Acabo de regresar de Shangai y de una ciudad llamada Hangzhou que recomiendo completamente. Shangai es diferente a Beijing, y realmente la adoras, te recibe desde el primer momento, es fácil de recorrer, y convive lo nuevo y lo viejo de una manera entrelazada. Es una ciudad mas europea y con una arquitectura diferente a beijing donde todo esta separado, en Shangai todo esta cerca y te gusta desde un principio. De noche la ciudad se despierta, las luces de la ciudad del futuro que se extiende del otro lado del rio merece la pena ver.
Despues me separe de mi amiga y sus hijas y me fui sola a Hangzhou,donde las ultimas 48 horas fueron casi un retiro de silencio, los chinos casi no hablan ingles en esta ciudad y el dialogó con mímica funciono a la perfección hasta para rentar una bicicleta y poder recorrer la ciudad en poco tiempo. La suerte claramente desde un principio estaba cerca, porque el compañero del tren que me llevaba a Hangzhou iba en la misma dirección en el subte que yo y me ayudo a encontrar la calle del hotel que buscaba y al llegar sin reservación logre encontrar el ultimo cuarto disponible y tal vez no es la manera de muchos pero es mi manera y decidí como Borges una vez dijo en uno de sus poemas ” vivir la vida sin llevar paraguas” y claramente no se como va a estar el clima en las ciudades que visito y por ejemplo llovió a cantaros pero bajo la lluvia me deje enamorar por la ciudad por sus encantos. Encontré el lugar casi por casualidad buscando otra información de China y sin dudarlo decidí ir a la ciudad de Marco Polo, y realmente no me arrepentí, el lugar me transmitió paz y serenidad, tal vez es una energía que esta dentro mio pero hay lugares que ayudan a lograr esa plenitud. Hangzhou es una ciudad con un gran lago, rodeada de montañas y completamente llena de lotos, hay templos y mucha naturaleza, lo que hace pensar el porque de la contaminación del aire en algunas ciudades de china cuando hay tanta magia en otras. A la noche la ciudad se despierta, esta vibrante llena de puestos callejeros y de artesanías y de día me toco feo día pero ni el clima frena el recorrido y las colas interminables para tomarte el barquito o para entrar algún templo. Despues de China, las filas ya no son un problema, la cantidad de gente que se amontona para simples cosas es sorprendente. Es una ciudad turística y era temporada alta, lo cual hizo que me sintiera rodeada de chinos, y eso permite mi autocontemplación o pensar, hacer balances.
Viajar solo hace que te veas, en realidad que te escuches en ese silencio o ruido que convive dentro nuestro y que recuerdes, que pongas orden y al mismo tiempo que entiendas tu camino.
Les dejo este video filmado en Hangzhou que habla sobre los pendientes en la vida: http://www.youtube.com/watch?v=mYu0_sAeXVM