Namaste significa “el espiritu que esta en mi honra el espiritu que esta en ti”.
Hoy hay luna llena en escorpio y para una escorpiana esta semana ha sido fulminante. Mucha sensibilidad y profundidad conmigo misma. Está semana estuve de paseo en una montaña rusa de recuerdos, y de caminos transitados, tal vez porque hace diez años que salte al vacío para permitirme ser quien era.
A veces los encuentros se tratan de exponer cosas a la luz, a veces en esos encuentros volvemos a ver lo mismo a pesar de creer que esta cambiado o por lo menos mejorado. Ya no tengo respuestas a muchas cosas que tienen que ver conmigo misma, tal vez soy experta para ver en otros cosas porque claramente he recorrido varios caminos y he tomado varias decisiones que me han posibilitado cambiar y mejorar. Confiar, creer, entender, son conceptos que tengo trabajados en mí ser, y claramente veo puentes y lianas para seguir caminando. Pero en estos encuentros vuelvo a rever situaciones, situaciones en las que estuve de un lado y también del otro y la verdad no siempre tienen salidas porque habla de tiempos. Tiempos con uno y con el otro y principalmente con temas de comunicación. Esta semana entendí, que la comunicación puede suceder al mirarse con un otro, porque entre la gran cantidad de medios de comunicación que tenemos muchas veces hay malos entendidos, en realidad hay supuestos y castillos que se crean a partir de palabras que no tienen tonos ni formato a partir de un sistema como es whats app o redes sociales. Podemos ponernos un rato en los zapatos del otro y ver que el otro esta viéndolo diferente y simplemente son formas distintas de un mismo camino.
El jueves fui a renovar mi carnet de conducir y me pareció maravilloso ver como algo tan “ordinario” en mi cabeza se convirtió en un set de filmación. El lugar elegido ante mi sorpresa era dentro de un shopping, nunca me lo hubiera imaginado. Todo era blanco y perfecto que me hacía recordar a una nave de Star Treck, del futuro. Pero ante el primer control entendí que estaba manejado con gente del pasado, la señorita que me pidió la información para pasar me pidió fotocopia del DNI que no tenía, mientras no dejaba de contestar sus mensajitos de celular y ni bien subo al segundo estadio del control me dicen que me faltaba la fotocopia de la licencia vencida, lo cual le digo que tendría que informar mejor la chica de abajo porque acababa de sacar la fotocopia del DNI y podría haberlos sacado juntos. Vuelvo abajar para sacar de nuevo la fotocopia y le comento a la chica que podría habérmelo dicho y en vez de decirme perdóname, me olvide, me dice que yo no la había escuchado, cosa que no era cierta. Subo mirando como ella seguía atareada contestando sus mensajes en su su teléfono celular comprobando quien era la dispersa. Mientras tanto yo pensaba en todos esos papeles que no servían ya para nadie, para que seguir sacando fotocopias cuando estamos tecnologizados, una burocracia que todavía no se cambia.
Lo cotidiano para un otro puede ser completamente maravilloso o diferente para uno. Uno no se da cuenta que hay varios mundos que conviven dentro del mismo y es fundamental mirar un poco más de lo que se ve. Entro a hacer el test psicológico para la licencia y me encuentro con una señora que mientras me hace retener unas palabras en la mente me pregunta ¿que día es hoy?. Sin dudarlo mi respuesta fue no sé. Su cara de sorpresa y de cuestionamiento hacia mi persona fue como una flecha a mi cerebro con miles de supuestos que me estaba diciendo con su mirada. La mire queriendo contestarle la pregunta pero la verdad no tenía ni idea, porque si hay algo que realmente no me preocupa en mi vida cotidiana, es que día o clima es pero puedo resolver en un momento cuestiones que para otro le llevarían mucho tiempo. Sin atisbar a mi “no se” como respuesta, me dijo que tenía que ubicarme en tiempo y espacio. Tome sus palabras como ayuda y recordé que el otro día era 1 de mayo, pero más porque se cumplían mis 10 años de independencia de haber renunciado a cancillería que por lo que el día significaba en sí, y pude darle su respuesta y contestarle perfectamente sus tres palabras que había que memorizar. Al final la miro y le digo soy artista plástica realmente no tengo ni idea que día vivo y me dice “Sos ansiosa” como si fuera un castigo. La mire con una sonrisa, solamente corroboro algo que ya se y de lo que me estoy encargando. Lo mejor fue que mientras esperaba mi turno para seguir en las distintas cabinas blancas, sale un hombre enojado, lo miro y le digo ¿qué te pasa? Me dijo la psicóloga que soy ansioso cuando no tiene ni idea de la vida y todavía me puso ella nerviosa con sus preguntas. Lo miro y le digo, ah no te preocupes si te hace sentir mejor me dijo lo mismo. Nos reímos ante la situación. En realidad la sensación es de estar en un test donde te están tomando examen, en mi caso estoy acostumbrada al vaivén de estar dando exámenes, porque uno se está exponiendo todo el tiempo con mi trabajo pero el hombre se notaba sorprendido ante la situación.
Salí con el carnet en la mano y riéndome de la situación. Claramente con 37 años la mujer no podía creer que le contestara que no sabía que día vivía, pero yo pensaba en como determinadas cosas de la tecnología nos han hecho olvidar de los detalles humanos, del registro del otro. Tal vez sea ansiosa para determinadas cosas pero para otras tengo una paciencia inconmensurable, puedo ver cómo trabaja una hormiga o el aleteo de las mariposas o tomarme tiempo para escuchar el silencio de la noche y que se convierta en inspiración para mi ser. Cada cual tiene una manera y no podemos tratar de uniformarnos. Salí caminando pensando en todas las cosas que no hice como había que hacer y cómo me llevaron a buen puerto y a cumplir sueños. Me abrazo cada día y en ese abrazo entiendo que también tengo que permitirme ser tal cual soy.
Por eso hoy permítanse abrazar la luna, que sea como un abrazo entre su luz y su sombra. El abrazo tiene que ser fuerte, aceptando lo bueno y lo malo y también disfrutando de su ser y de verse completos.