Hoy te queremos mostrar unas imágenes de animalitos víctimas del maltrato, el antes y el después de la llegada de la ayuda de personas compasivas, y el cambio que eso produce en sus vidas.
Miley es una perrita rescatada de un basural en Paraguay. Estaba así cuando fue encontrada…
Hoy vive así. Seguramente duerme en esa cama y no pasa hambre.
Adoptar es importante porque es capaz de generar estos inmensos cambios. Pero también lo es porque comprar animales supone en la gran mayoría de los casos que las hembras son cosificadas al nivel de una máquina productora de cachorros, una fábrica de productos para entretenimiento y compañía. Todo en esta relación comercial es una gran inmoralidad: las perras son preñadas una y otra vez, los cachorros viven hacinados en jaulas incómodas, y si no son vendidos como peluches son descartados o asesinados.
El único modo de terminar con esta “industria” es adoptar. El abandono de un animal en la calle también es un forma de maltrato, usualmente por responsabilidad de las autoridades que no cumplen las normativas vigentes en lo tocante al control poblacional de animales sin familia.
Entonces, si estás pensando en adoptar un animal, dirigite a uno de los tantos refugios de animales sin familia que han sido rescatados del abandono.
De paso, un aviso parroquial: ¡Ramiro está en adopción! Él tiene prácticamente la misma historia que Miley. Te lo presentamos:
Su historia es muy triste, pero ahora vive en el refugio Zaguates, muy bien cuidado, pero necesitado de manera urgente de una familia, porque no puede adaptarse a su familia canina en donde está. Si estás pensando en adoptar, por favor comunicate con las chicas del refu. Ramiro te lo va a saber agradecer, y vas a hacer tu parte en la lucha contra el maltrato animal.