La trampa siempre está al acecho. Disponible para la próxima víctima.
Esto ocurre desde tiempos memorables. Es decir, desde hace mucho.
Muchísimo.
¿Cuál es la trampa?
Decirnos que la vida es una lucha. Que lo único valioso es el sacrificio.
Que a más sufrimiento, mayor salvación.
Esta filosofía incidió tanto en la sociedad que es frecuente encontrarse a alguien y escuchar: “Acá estoy, en la lucha”.
Dota así a una suerte de contienda simbólica e imaginativa, en un ánimo para la vida.
Habría que remontarse a la historia, hurgar entre enciclopedias o sitios de internet. Bucear a fondo para encontrar indicios primero y pruebas después.
Que certifiquen lo dicho y despedacen las dudas. Calmen de alguna forma al espíritu inquieto y desconfiado.
Que en su sano juicio puede oponerse. Levantar la mano o la voz. Y negarse a aceptar esta mirada.
Pero sigamos…
La intención es compartir cierta verdad que creemos observar hoy y consideramos saludable difundir.
Pero con la disculpa de cualquier escepticismo, me evado de la inmersión histórica para acreditar las palabras. Un poco por holgazanería, podría decirse.
Bastante porque pienso que perderíamos el tiempo.
Y no lo disfrutaríamos.
Situación que no podríamos permitirnos. Mucho menos en este escrito. Estas líneas que como siempre procuran incidir en forma positiva. Alentar desde la bondad a construir realidades propias, que se guíen en la reflexión y favorezcan bienestar.
En fin.
Hasta el querido Papa Francisco dijo que no hay que vivir en la tristeza, en otra intervención que demuestra que vino a traer sabiduría al mundo.
Es saludable soltar el sufrimiento y comprometernos con la alegría.
La primera decisión está en nuestras manos. Construyamos creencias que incidan en nuestro bienestar.
Día disfrutado, día ganado.
Día no disfrutado, día…
*Juan Valentini es autor de “Escritos de la Vida”. Los contenidos de este Blog no forman parte del libro. También es autor del libro de superación personal “El Campeón: filosofía práctica para ganar en el juego e imponerse en la vida”.