Mi amigo llega. Abre el portón. Saluda desde lejos.
Me levanto de la reposera como impulsado por un resorte.
—Pasá —le grito.
Sonríe y estaciona la camioneta abajo del árbol.
—¿Qué hacés Martito? —le digo.
Caminamos hasta la casa. Lo invito a sentarse en la reposera. Y le anuncio que voy a homenajearlo con unos mates.
Voy hasta la cocina. Prendo la hornalla. Y le grito desde adentro.
—¿Bizcochos o facturas?
—Lo que quieras.
Bizcochos entonces. Los bizcochos son mejores. Salvo que te den los del día anterior, como me hicieron el otro día en El Molino. Aunque en realidad no me lo hicieron a mí, se lo hicieron a mi amigo. Que fue, pidió bizcochos, pagó.
Y cuando llegó a tomar mates, esas piedras de aspecto a bizcochos no eran dignas ni para la perra. Así que solo sirvieron para sentirnos abusados en nuestra buena fe de compradores de bizcochos, incapaces de sospechar que seríamos burlados en la propia cara.
Y por qué nos vendieron los bizcochos viejos aquella vez. Vaya uno a saber. Quizás nos vieron la cara y advirtieron la posibilidad. Pensaron, a estos pelotudos les encajamos esos bizcochos de ayer o de anteayer. Total no van a venir a quejarse por unos bizcochos de mierda.
Tenían razón, no podíamos ser tan miserables de volver aquel día para poner las cosas en su lugar. Y decir delante de tres, cuatro o más clientes, que nos encajaron esos bizcochos incomibles.
Es mejor hacerse el distraído y obviar ese tipo de confrontaciones innecesarias, que solo sirven para preservar cierta dignidad. Y evitar que a uno lo traten como un pelotudo.
Por eso el repudio se limitó a buscar el otro día otros bizcochos. Y decir, con cierto tono de cordialidad, que los que nos habían vendido no se los pudimos dar ni a la perra.
Porque apenas mordió uno, los mandó a la reputa madre que los recontra parió.
*Que tengan un excelente día. Hasta la próxima!
*Juan Valentini es autor de “Escritos de la Vida”. Los contenidos de este Blog no forman parte del libro. También es autor del libro de superación personal “El Campeón: filosofía práctica para ganar en el juego e imponerse en la vida”.