Creo que debe venir de la escuela la intención de dar con la respuesta correcta. De encontrarla para quedarnos tranquilos. Y poder seguir con otra cosa.
Porque la vida consiste en parte en eso. En llegar a una cosa para luego buscar otra cosa.
A mucha gente le pasa en términos materiales. Una cosita lo lleva a otra cosita. Esa otra cosita lo lleva a otra cosa. Y esa cosa a otra cosa.
Y cosa mediana a cosa un poquito más grande. Y más grande, y más grande…
Así se gasta la vida acumulando cosas y billetes entre cosas más o menos grandes.
Muchas veces contento, muestra esa cosa a un amigo o conocido.
—Ohh, que gran cosa —escucha.
Entonces está contento, piensa que va por el camino indicado. Y se lanza a buscar otra cosa con la expectativa que otro amigo o conocido quede con los ojos abiertos al observar la nueva cosa, tan deseada y admirada por toda la gente que está en el camino de acumulación de cosas y más cosas.
Pero no hablábamos de eso. Ni por supuesto vamos a juzgarlo. Porque alguien puede ser plenamente feliz dedicando la vida a la acumulación de cosas. Como también puede ser plenamente feliz dedicando la vida a otras cuestiones.
Lo que en verdad inquietaba es el tema de la respuesta. Esa predisposición a encontrar respuestas afuera, como si el mundo externo supiera reducir a una síntesis las más variadas de nuestras disyuntivas, que se reducen tan solo a seguir derecho, doblar a la izquierda, a la derecha.
O girar en círculo.
Más allá de la metáfora, quizás lo central es aceptar que las respuestas no están nunca en el ojo ajeno. Por más que examine, se inmiscuya, interprete y disponga.
¿Dónde carajo están las respuestas entonces?
Bueno, todos sabemos muy bien dónde están las respuestas. No necesitamos que nadie nos dé papilla.
Busquémoslas de una vez. Y hagámonos cargo de ellas.
*Que tengan un excelente día. Hasta la próxima!
*Juan Valentini es autor de “Escritos de la Vida”. Los contenidos de este Blog no forman parte del libro. También es autor del libro de superación personal “El Campeón: filosofía práctica para ganar en el juego e imponerse en la vida”.