Las excusas personales

#EscritosDeLaVida

Las excusas existen para evadirnos de la responsabilidad.

En sus intersticios está esa intención, la de salvarnos. Decir que nosotros no hemos sido. No hemos sido bajo ningún punto de vista los responsables de haber cometido quién sabe qué cosa. Y no se entiende por qué, eso sí que no se entiende, por qué el dedo nos apunta y pretende determinar que hemos sido nosotros los que hemos cometido el despropósito. El error o lo que fuera.

Para eso sirven las excusas, para ejercer en forma más o menos impúdica la cobardía. Para salvar el honor y procurar salir airosos de ciertas encerronas que en forma irremediable tarde o temprano se nos presentan.

De ahí quizás que no está mal que se desarrolle cierta habilidad en el tema, cierta destreza que permita a quien necesita la excusa tener un buen desempeño en la materia. Y es ahí, en ese punto, donde se revela la verdad, porque se ve con claridad al improvisado, a quien se ha tomado el tema con poca seriedad. Pero también se advierte a quien lo ha asumido con mayor convicción y compromiso.

yonofuiTodo se percibe.

Lo que ocurre con el tema de la excusa es que quien la adopta se tiene que hacer cargo de una mentira que resulte razonable, que de algún modo sea creíble y pueda embaucar a quien necesita esa explicación ficticia para que todo termine en buenos términos.

Y no todo termina ahí, porque la historia orquestada hay que saber sostenerla en el tiempo. De lo contrario el traspié puede ocurrir en cualquier momento.

Por eso parecería importante la energía que invierte quien cree demasiado en las excusas, porque no solo tiene que hacerse cargo del presente, sino también del futuro. Es ahí donde debe tener la habilidad de recordar su cuento para rememorarlo con la mayor exactitud posible.

Caso contrario se delata como consecuencia de un desempeño mediocre en una temática de apariencias simples, que tiene en verdad una complejidad que merece ser respetada.

El tema, como todo, es quizás los excesos. Quien se compromete con las posibilidades de las excusas queda embarullado en sí mismo, vive en la mentira y se transforma tarde o temprano en un charlatán desprestigiado por su palabra y por su conducta.

Si alguien cae en ese despropósito, es difícil que se salve. Su reputación se erosiona a fuerza de perseverar en las lógicas de engaños que son una posibilidad precaria del ser humano.

Si uno es más moderado quizás tenga más chances y pueda recurrir en forma muy periódica a la triquiñuela de apelar a la excusa salvadora. Aunque, a decir verdad, como se tratan de mentiras mejor o peor orquestadas, son fallidas en su esencia y siempre revelan vestigios de falsedad que generan sospechas o descubrimientos.

Por eso siempre es mejor poder hacerse cargo de quién uno es, asumir las responsabilidades que le toquen y evitar las artimañas que por más sofisticadas que fueran tarde o temprano delatan irremediablemente.

El ser humano impoluto no existe. Quizás por eso cada tanto, no digo siempre, pero cada tanto uno puede reconocerse culpable.

De culpa y cargo.

 

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Escritos de la Vida - Juan Valentinitapa2 para face

.*¡Hasta la próxima!