La concepción freudiana de Eros y Tanatos y la disciplina conocida como Tanatología

#GreciaAplicada

El dios de la muerte, Tanatos, y su implicación en Freud y en la Tanatología

Si bien ahora sabemos que Eros (o Cupido) representa el amor irracional, no hay que dejar pasar que su nombre y su leyenda han sido tomadas por Sigmund Freud (una vez más recurriendo a los mitos griegos) para que formasen parte de su teoría de las pulsiones de vida y las pulsiones de muerte de la psiquis humana.

En efecto, Eros representa los instintos más primitivos por satisfacer los deseos libidinosos, los de hambre y los de sed, es decir, las pulsiones de vida; mientras que Tanatos engloba los deseos por satisfacer los impulsos de destrucción y agresividad, ergo, las pulsiones de muerte. Ambos, Eros y Tanatos, están enmarcados en el Ello, una de las instancias de la denominada segunda tópica freudiana de la composición de la psiquis humana, que la complementan las instancias del Yo y el Superyó.

La naturaleza de Eros y su misión en la vida hacía que los hombres se incendiaran en el ardor del amor y quisieran mitigar sus deseos libidinosos con el acto sexual. Asimismo, la saciedad de estos impulsos derivaban en la fecundidad y en el nacimiento de una nueva vida, con lo cual, Freud tomó nota y ponderó a Eros como portador de las pulsiones de vida. Por su parte, Tanatos era el dios de la muerte, detrás del Todopoderoso Hades, y por tanto representa a las pulsiones de muerte.

Tanatos, dios de la muerte no violenta, seduce a su víctima. Hades, el rey de los muertos, le encomendó una tarea que consideraba insignificante para su poder.

Pero volviendo a lo que nos concierne diremos que hubo una vez una disputa entre Eros y Tanatos, propiciada por la inocente ninfa Ninfea. Las ninfas eran semidiosas que conformaban principalmente el séquito de Artemisa, la diosa de la castidad. Como era de prever, Artemisa se espantaba de la lascivia y de la falta de pudor de Eros, quien recorría desnudo las tierras, con sus deseos sexuales expresados corporalmente y a la vista de todos. Es por eso que intentaba alejarlo de ella y de sus vírgenes ninfas, lanzándole flechas y lanzas. Eros, caprichoso como un niño, no sólo que no cedía a las amenazas sino que en una oportunidad, ya cansado del acorralamiento de Artemisa, quiso vengarse de la diosa pensando: “Tu no puedes dar en el blanco y te crees una diosa importante, pero yo  sí acertaré el tiro y caerás enamorada en el acto”. Acto seguido, enfoca su mira hacia la diosa y dispara su flecha del amor. La diosa, rápida en sus movimientos, esquiva el disparo pero la flecha va a dar en el trémulo cuerpo de Ninfea. La ninfa cae dolorida y siente que su cuerpo se va inflamando de un ardor vehemente, comenzando a experimentar una excitación inusitada. Acosada de un lado por el amor y por las solemnidades de la castidad del otro, maldice su existencia y se lanza a las aguas en su afán de suicidarse y salirse del conflicto que le planteaba tal dicotomía. Eros se estremece por lo ocurrido y no entiende la reacción de la ninfa. Intenta auxiliarla pero aparece Tanatos, dios de la muerte, con su temeraria fuerza y le impide socorrerla.

Tanatos impide a Eros socorrer a Ninfea. El enfrentamiento de ambos dioses es tomado por Freud para significar las pulsiones de muerte y las de vida.

Artemisa acude también a ella inmediatamente pero llega tarde y la ninfa muere ahogada pero sabiendo que ha salvado su pureza, fallece con una sonrisa en su rostro. Llorando desconsoladamente, la diosa la transforma en una flor y aquieta las aguas para que su ninfa no vuelva a sumergirse, por lo que flotará perennemente en las aguas. En su honor, la flor fue denominada nenúfar y se mantiene viva en las aguas serenas.

La flor de Nenúfar flota en las superficies acuáticas. Su nombre deriva del mito griego de Ninfea, ninfa seguidora de Artemisa.

Ya conocida la impactante historia de Ninfea y Eros, no dispondremos a conocer quién fue Tanatos.

Tanatos era un dios escalofriante, siempre joven, que representaba a la muerte autopropiciada y no violenta. Era hermano mayor de Hipnos, el dios del sueño, quien imitaba a su hermano en ciertas ocasiones, pero mientras Tanatos provocaba la muerte, Hipnos dormía a sus víctimas por un tiempo determinado, hasta que se cansaba y se alejaba de ellas. Hete aquí, dicho sea de paso, conocemos la etimología de las palabras Hipnosis e Hipnotización.

Hipnos, dios del sueño, imitaba las acciones de su hermano Tanatos, pero en vez de quitarles la vida, dormía a sus víctmas por un tiempo determinado hasta que se cansaba y se alejaba de ellas.

Como advertimos anteriormente, el nombre  de Tanatos fue tomado por la comunidad científica y no sólo por Freud en su concepto de pulsiones de muerte de la psiquis humana, sino también por la disciplina integral denominada, no por casualidad, como Tanatología.

La Tanatología estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos y en los animales, tratando de resolver los trances en los que se enmarca, ya sea desde la Medicina, la Religión y hasta desde el Derecho. El lema de la Tanotología es brindar los cuidados necesarios al enfermo terminal, entre los que también se encuentra una forma digna de muerte, en el afán de cumplir con su fundamento de no prolongar la vida innecesariamente. Esto apunta a evitar el dolor y también el daño psicológico del paciente y así advertimos en el mito griego la intención de Tanatos al dejar que Ninfea se inmolase…

 

Teniendo en cuenta nuestra próxima entrega, te pedimos que te prepares, que actúes con prudencia y que dispongas de una estrategia, pues lo más probable es que “Arda Troya”…

 

Gracias, Leoncita!!!