Por: Mariano Marquevich
Las dos categorías estudiadas como encrucijadas necesarias para lugar a la existencia en este plano mundano son: tiempo y espacio.
En un primer repaso parece fácil entender qué son es cada cosa. Para esto, dividimos el tiempo en pasado, presente y futuro. Y lo medimos según segundos, minutos, horas, días, meses y años. Y cuando pensamos en espacio hacemos lo mismo, lo dividimos en de adelante, atrás, arriba, abajo, derecha o izquierda. Y lo medimos en milímetros, centímetros, metros, kilómetros….
Hasta ahí viene fácil, sin embargo cuando indagamos en profundidad, la cosa se marea…
De la variable “tiempo” ya nos hemos ocupado de reflexionar en esta nota ¿Cuánto dura el presente? (se las recomiendo leer antes de seguir).
Hoy, nos toca el “espacio”…
Cuando nos referirnos al lugar en dónde estamos o a los ambitos que ocurren más allá de nuestra visión usamos con facilidad el termino espacio. Sin embargo, si me disculpan la insolencia, quizás no entendemos a qué nos referimos.
Primero, busquemos la palabra en el diccionario. Encontramos:
Espacio: extensión que contiene toda materia existente.
Bueno, y entonces.. ¿Qué es extensión…? Encontramos:
Extensión: Medida de espacio.
Al leer ambas definiciones, pareciera como si estas palabras fueran dos monopolios que arreglaron entre ellos para despistar a cualquiera que se proponga indagar al respecto. La pregunta de fondo, sigue intacta ¿qué es eso, que presta la capacidad para ocupar un lugar determinado?
Recordemos ahora el conocido problema de la carrera entre la tortuga y Aquiles. La tortuga empieza esta carrera con una ventaja de diez metros adelantada por sobre Aquiles. En sus marcas, listos, ya… Ambos comienzan a avanzar. Aquiles acelera sus veloces pasos, sin embargo, la tortuga nunca deja de avanzar. La cuestión es crítica ya que por más rápido que Aquiles vaya, seria racionalmente imposible sobrepasar otra velocidad que -aunque más lento- no deja nunca en el mismo sentido de avanzar. Lo mismo pasa en la ciencia más exacta. Siendo fiel a las matemáticas, entre uno y dos hay infinidad de particiones y nunca se llega verdaderamente al dos (1,1 1,2 1,3… 1,938383, 1,182793930) ¿Será limitación humana o un guiño de irrealidad?
Sin ponernos abstractos, sabemos en principio que el espacio no es nada… Sabemos que “nada” no es, sino todo lo contrario… Está estudiado que cada “espacio” esta atestado de cosas, la mayoría de ellas imposibles de captar con el ojo humano… pero también es cierto que algunas se pueden mover mejor que otras… Por eso, para ir del living a la cocina atravesamos innumerable cantidad de átomos en el aire, pero no por eso nos chocamos con todos esos átomos. En realidad sí, nos chocamos, pero es tan microscópico el fenómeno que nuestro aparato perceptivo no nos permite darnos cuenta.
¿Entonces?
¿Dónde está el espacio?
No hay lugar donde el espacio no esté…
Entonces, no hay espacio para nada más. Está repleto. Como un cúbo mágico, donde los cuadrados no se desplazan verdaderamente sino que se intercambian de puesto.
Supongamos que no fuera así… ¿Qué sería lo que nos permite poder movernos de un lado a otro?
¿Será el vacío el encargado? Y de ser el vacío el responsable, ¿de qué esta compuesto? ¿Vacío es sinónimo de espacio? ¿Existe el vacío, o el vacío simplemente nombra aquello a lo que las herramientas de medición no alcanzan a observar?
Como vemos no es tan sencillo.
Sin embargo, esto se va a resolver… En algún momento tengo esperanza que lo podamos comprender. Porque uno, no llega nunca a dos…
Para entender mejor este último comentario ir a: 2 x 1 un mal negocio.