Medición de monóxido de carbono: un récord Guiness para tomar conciencia

#MalditaNicotina

Los valores normales son de 0 a 6. Pero a ella que no consume le dio 10. Y a su novio fumador, 7. Con la medición de sus niveles de monóxido de carbono (CO) en sangre comprendieron lo significa ser un fumador pasivo.

#MalditaNicotina fue testigo de esa y otras escenas similares en las actividades organizadas por la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) y la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) por el Día Mundial Sin Tabaco.

Por la tarde, LALCEC logró meterse en el Guinness World Record  junto a la Ciudad de Buenos Aires: ubicados en cuatro stands sobre la peatonal Florida hicieron 4.300 mediciones de CO en 8 horas.

LALCEC recibió la distinción de World Record Guinness

 

 

 

 

 

El test consiste en contener el aire durante diez segundos y soplarlo lentamente en una boquilla descartable. Más de un no fumador se sorprendió con los resultados, ya que evidencian los estragos del consumo pasivo de tabaco.

Con el éxito a cuestas, el Gobierno porteño comenzará a implementarlo esta semana en las llamadas “Estaciones Saludables” que tiene en distintas plazas de la Ciudad.

El CO es una de las sustancias más nocivas del humo del cigarrillo. Se libera por la combustión de cualquier producto vegetal. Los fumadores suelen tener hasta diez veces más de lo normal.

“Interfiere en la memoria, la circulación pulmonar y sanguínea, en los órganos sexuales, en la parte vascular periférica, en el colesterol. Cuando la gente está cansada y le duelen las piernas, es por el CO, porque se adhiere a la hemoglobina de la sangre, compite con el oxígeno en el cuerpo y le gana”, explicó a #MalditaNicotina la vicepresidente de AsAT, María Inés Medín.

En el caso de la AsAT, el lugar elegido fue el Teatro Gargantúa, en el barrio porteño de Chacarita, antes de la función de la obra Acá no se fuma!, de Pepito Cibrián Campoy, impecablemente interpretada por Laura Manzini. A un costado de la entrada de la sala, la asociación colocó su stand.

Medición de dióxico de carbono durante el Día Mundial Sin Tabaco

“A mí me va a dar por las nubes”, se atajó una mujer de 52 años, que aclaró que acababa fumar y que consumía “entre  18 y 20” cigarrillos por día. “Está bien que lo hagan. Es la forma de concientizar lo que pasa”, comentó después de escuchar su resultados: tenía 46 partículas de CO por cada millón, casi ocho veces por encima del máximo recomendado.

Sobre las tablas, Lanzini brilló con un show en el que convergen el stand-up y el unipersonal musical. Y en el final arengó al público. “Tú puedes hacerlo, tiene que ir a AsAT, como yo”, lanzó. “Ojalá yo los hubiera tenido cuando dejé de fumar. Hoy me compensaron llenando este teatro”, añadió.

Abajo, en las mesas, sobraban motivos para brindar. El viernes cerró una semana histórica que sorprendió con la reglamentación de la Ley de Control de Tabaco, quizás el paso legislativo más importante de la historia argentina en esta materia. Esta vez, el lobby tabacalero no pudo frenarla. Ese punto vale doble.