Por: Silvina Astudillo
Y llegó esa noche esperada, la noche en que Antonio Banderas lanzó su perfume, ayudó a los niños de la Fundación Garrahan, fue entrevistado por la prensa, y se sacó fotos pacientemente con las muchas celebridades locales que desfilaron por el vip, preparado especialmente para ello, en el Faena Art Center. La Cena de Gala tuvo el marco que merecía y tal vez un poco más… tratandose de “Él”, Una alfombra roja con un vallado y fotógrafos atentos a cada coche que se acercaba. Muchos asistentes listos a dar la bienvenida, asignar la mesa mediante una coronita en papel con el nro. y asegurarse que cada uno entrara copa de champagne en mano. No podía faltar el photocall*… y no faltó.
La recepción estuvo impecable, muy bien servido, rico, glamoroso. Sonaba una banda en vivo que no invadía la charla, y la publicidad de “King of Seduction” (el nuevo perfume) se proyectaba en varios plasmas. Me gustó especialmente las fotos de esa misma publicidad (podrían ser del making of) no muy grandes, colgadas a modo de cuadros, como fondo de estrado, en el Vip lo que le daba un toque intimista y cercano, que nunca debe faltar en un evento donde todo es tan impecable.
La Cena en sí superó la recepción. Al entrar al salón, la iluminación azul, los etéreos móviles de cuadraditos transparentes, el escenario con una corona central y la proyección de 2 Gobos** a cada lado con la imagen del frasco del nuevo perfume girando, hacían pensar que el clima estaba logrado…si no fuera por el piano de cola que anticipaba una sorpresa: Elena Roger! Fue un cierre de lujo para una noche que ya lo era.
Me encantó que mi amigo Paco Fortes me invitara a esta velada mágica que Puig creó para un personaje tan querido en Argentina como lo es Antonio Banderas. Muchas me preguntaron cómo fue la noche con él, como si hubiera sido exclusiva para mí y nada más existiera, reconozco que estuve tentada de inventar, pero no lo hice… fue una noche soñada