Por: Alejo Bernasconi
Corría el año 1989 y a la Argentina comenzaban a llegar los primeros vestigios del metal extremo estadounidense y europeo. Vibrión fue una de las primeras agrupaciones de nuestro país en adueñarse de ese sonido y hacerlo conocido dentro de este territorio hasta que por distintas razones el conjunto se separó y sus integrantes fueron a parar a diferentes países del viejo continente. Hoy, la banda oriunda del barrio porteño de Villa Devoto regresa a la escena teniendo a sus espaldas dos discos (Diseased y Closed Frontiers, sumado al clásico EP Erradicated Life) y un largo compromiso con el death extremo más crudo:
#MondoRock tuvo el placer de dialogar con uno de los fundadores, el cantante y guitarrista Luis Guardamagna, quien luego de la separación se radicó en Bélgica para luego recomponer su banda junto al Chino Mangiacavalli (guitarra), Fabián Fernández (bajo) y Laye Les Pessy (batería):
MR: ¿Cómo fue este regreso de Vibrion?
LG: La banda se disolvió despues de que Gus dejase de tocar la batería por completo y varios miembros del grupo se dispersen por países diferentes entre Bélgica, Polonia y Argentina. Sin embargo nuestro compañerismo y las ganas de volver a reencontrar a nuestra gente siempre estuvieron latentes.
MR: ¿El estar en Europa les “abrió la cabeza” musicalmente a la hora de volver a tocar?
LG: Tanto en Argentina como en Europa nos movemos en un ambiente en que los grupos estamos acostumbrados a ayudarnos mutuamente, prestarnos equipos, difundirnos mutuamente, tratarse con respeto unos a otros sabiendo que unidos somos más fuertes.
MR: Escuché una vez que dijiste que es imposible vivir del metal extremo, ¿por qué crees que ocurre? ¿es así en todo el mundo o sólo en Argentina?
LG: Es así en todo el mundo, salvo algunos casos de grupos muy conocidos no se puede vivir de la musica, y mucho menos mantener una familia, se está obligado a hacerlo por pasión fuera de los horarios de trabajo. Sin embargo se pueden conocer lugares increíbles, vivir experiencias únicas y compartir momentos con gente que no hubieses conocido nunca en otro contexto, incluso músicos que uno mismo admira.
MR: Más allá de lo utópico de vivir de esto, ¿hay que dejar de lado ciertas preferencias? Musicalmente hablando, “comercializar” el sonido:
LG: Comercializar el sonido tampoco es garantía de éxito, puede funcionar o no, cada grupo hace lo que quiere de su música y es responsable de sus actos, pero olvidar viejos seguidores para ir a buscar otros nuevos no es algo que compartimos en Vibrion.
MR: ¿Cómo ven a la escena hoy día con tantos subgéneros? Con tantas bandas de metalcore yanqui y británico que mezclaron el viejo extremo gutural con voces más limpias y les dio resultado.
LG: ¿Les dio resultado comercialmente o les dio resultado artísticamente? ¿Es un producto de calidad? ¿Pueden escuchar el disco en su casa y estar orgullosos? No lo sé, cada grupo crea a su manera, y si hay gente que los sigue, mejor para ellos, pero yo prefiero escuchar un disco nuestro y sentir que en esa música no hay intento comercial.
MR: Si bien la fórmula del éxito no la tiene nadie, ¿cuál crees que tiene que ser el salto de calidad que tiene que dar el extremo argentino para romper ciertos prejuicios? ¿Cantar en inglés es un factor importante?
LG: Creo que la tolerancia es lo primero, no le decimos a nadie en qué idioma tienen que cantar, pero tampoco dejamos que nos lo impongan a nosotros. La época de los militares y su prohibición de música en inglés en las radios por suerte se acabó hace rato. Hay, a veces, una cuestión nacionalista donde se dice que se debería cantar en castellano siendo de este pais, pero el castellano tampoco es el primer idioma que se habla en el territorio argentino. Vibrion es un grupo internacional underground, y todos allá saben de dónde venimos, hay bandas de Francia, Italia, Brasil, Chile y mismo España quienes usan el inglés, simplemente porque es el más universal dentro de todo, y es donde llega más tu mensaje. Si estuviese en vida el esperanto, supongo que usariamos todos ese idioma. Sin embargo el idioma no es factor de calidad o no, la calidad viene por la composición original, con el trabajo previo de investigación que aquello implica. Para romper o proponer nuevas reglas, tenés que interesarte en las reglas pre-existentes, no conozco la fórmula del éxito, la del fracaso es más evidente, si no propones nada nuevo, estás seguro en camino a ser ignorado en poco tiempo. Después de eso está la ejecución de los instrumentos, la implicación en los ensayos, los detalles, el cuan ajustada esté la banda, y por último: lo humano. Hay que ser completamente consciente de que un grupo sin su gente no es nadie, y si hay un orgullo del que nos podemos jactar, es del apoyo de nuestra gente, incondicionales ante todo pero exigentes a la vez. Por eso tenemos un trato agradecido hacia ellos, y no desde un lugar de superioridad o indiferencia.
Simple, sencillo y, por momentos, duro. Así parece ser el estilo de Luis, quien además adelantó que Vibrion estará iniciando una gira en el marco del Re-Infection Tour 2013 que comenzará el 1 de noviembre en The Roxy del barrio de Palermo (repite el domingo 17-11 en el mismo reducto). Además, ya están planeadas fechas europeas y una gira Sudamericana en 2014, año en el cual saldrá el nuevo disco Bacterya y el DVD del show que brindará el 17 de noviembre. Cargadito se viene el calendario mundialista para Vibrion que rechaza todo tipo de antibióticos y antibacterianos, ¡ja!
Agradecimientos:
Luis Guardamagna y Vibrion
Lucía Chiarenza
Más información en:
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