Por: Roni Bandini
La situación es la siguiente. Juan es dueño de un eReader Kindle y tiene la necesidad imperiosa de leer El Sueño Colbert Paga los u$5 que pide Amazon y en segundos empieza a leer la novela. Siete días más tarde, Juan ingresa a Amazon, Manage Your Kindle, Actions y solicita un refund (devolución) del importe abonado. Amazon le devuelve el dinero y yo, que ya había gastado los u$5 invitando a una groupie a tomar una cerveza, me veo en repentinas dificultades económicas. Lo más curioso del caso es que Juan viene robando eBooks duro y parejo sin violar ninguna política de Amazon.
Esta situación no es exclusiva de los eBooks, sino un problema de las mercaderías digitales. El comprador siempre puede denegar el pago y el producto, al ser digital, pudo haber sido copiado, consumido, compartido, etc.
Aunque Barnes y Apple no admiten devolución de eBooks, no creo que Amazon deba eliminar esta opción. Siempre existe el caso de un comprador legítimo que pudo haberse confundido, que se cayó encima del botón de compra One Click, que leyó las primeras páginas, percibe el error y necesita devolver el eBook comprado. También hay eBooks formateados de manera tan horrible que resultan imposibles de leer y ameritan una devolución.
En cualquier caso, lo inadmisible es que Amazon garantice la devolución del dinero sin controlar a tipos como Juan, que sistemáticamente devuelven eBooks comprados. Esto se puede determinar con un simple algoritmo o bien se pueden limitar las devoluciones a una o dos compras por semestre.
Por otro lado, Amazon tiene la posibilidad de saber hasta que punto del eBook leyó el comprador. Un comprador que leyó más del 70% de un eBook comprado, difícilmente pueda justificar su pedido de devolución. Imaginen comprar un pancho, zamparlo en dos mordiscos y exigir la devolución de la plata presentando la servilleta.
Eso es todo por esta semana. A los lectores de Buenos Aires los invito el Jueves 21 de Noviembre, 19hs a la presentación de mi novela Macadam en Bartolomé Mitre 1695, Capital.