Por: Alejandro Rosenfeld
Ya vimos el potencial del primer finalista de la conferencia Este, Indiana Pacers. Sin embargo, su rival no es equipo cualquiera. De hecho, es el bicampeón actual. Tiene al mejor jugador de la NBA, lleva tres finales de Liga consecutivas y parece tener más hambre de gloria. Señoras y señores, con ustedes: Miami Heat.
James, Wade y Bosh. El Big Three de Miami a pleno.
Su camino a la final de la Conferencia: Por tercer año consecutivo, Miami da la impresión de descansar durante la temporada regular. Partidos perdidos ante equipos que ni siquiera entraron a los Playoffs y jugadores, como el capitán Dwayne Wade, que evitan acumular minutos para guardar energía. Pues bien, tercer año que funciona de maravillas. Los Heat han barrido su serie ante los Charlotte Bobcats (a partir del año que viene, nuevamente Hornets) de Jordan y luego han podido superar a los duros Brooklyn Nets, plagados de viejas estrellas. Da la impresión que LeBron James y compañía estaban en velocidad crucero. Hasta hoy.
Erik Spoelstra, el entrenador.
El Plantel: LeBron James. LeBron James. LeBron James. Por si no quedaba claro, Miami Heat cuenta con el mejor jugador que ha aparecido en la NBA desde Michael Jordan y sus compañeros lo saben. Dwayne Wade, componente del Big Three junto a Chris Bosh y James, aceptó un rol secundario para dejarle su lugar de estrella al oriundo de Ohio. Desde él hasta el último de la plantilla saben que es “el equipo de LeBron”. Mal no les ha ido. Jugadores como Udonis Haslem (histórico de la franquicia), Rashard Lewis, los tripleros Ray Allen y Shane Battier y el pequeño base Mario Chalmers se han visto favorecidos por el juego colectivo de sus estrellas. Tienen equipo de sobra para conseguir un nuevo anillo.
Lo positivo: Más allá de tener al mejor plantel de la NBA, los Heat tienen experiencia, dos títulos en fila y un técnico que es subestimado hasta el hartazgo. Eric Spoelstra ha demostrado con creces por qué el manager Pat Riley lo eligió como su sucesor al frente del equipo. Ha sabido convertir a un equipo de estrellas en un equipo de compañeros. Y ése sí que es un gran mérito. Además, por si no se dieron cuenta, el tema es muy simple: Si LeBron James quiere, el Heat jugará su cuarta final consecutiva.
LeBron James y su ritual antes de cada partido. Es la máxima estrella de la NBA.
Lo negativo: Si bien ha dividido sus cuatro choques de la temporada regular ante Indiana, Miami sufre cuando enfrenta a un equipo del estilo de los Pacers. En realidad, sufre cuando tiene por delante a un pivot de 2.18 metros como Roy Hibbert. Si el gigante de Indiana logra levantar su nivel, se hará un festín ante el carismático pero flojo “pajarraco” Andersen. Eso hará que LeBron James tenga que ir a jugar en la zona interior, dejando la posición de alero. Y en ese lugar, alguien tendrá que emparejarse con el durísimo Paul George.
Factor clave: Será fundamental, como marcamos recién en la parte negativa, poder defender la zona pintada de los ataques de Hibbert y David West. Para eso, Miami tendrá que presionar y ajustar la marca ante un equipo experto en la materia. Si Chris Andersen falla, detrás estará Greg Oden, esperando de una vez por todas intentar demostrar por qué fue el número uno del Draft 2007 y no un tal…Kevin Durant.
Las mejores jugadas de LeBron James en su carrera: