Por: Alejandro Rosenfeld
Ocho victorias, dos derrotas y un fixture accesible para este fin de semana hacen suponer que los Warriors se alzarán con el primer puesto en la dura conferencia Oeste. Un técnico joven, un futuro MVP, un tirador nato y un n°1 del draft forman la base de este equipo que, cuando se enciende, parece imparable. ¿Nace un candidato?
Pregúntenle a cualquier fanático de la NBA cuál es el equipo más entretenido para ver. Indaguen, también, cuál es el jugador que más les llama la atención. Las respuestas las van a escuchar una y otra vez, como al unisono: Golden State. Curry.
Así de simple es la NBA hoy por hoy, con ya más de 1/8 de competencia transcurrida. Con un récord de 8 victorias y 2 derrotas (cayó en Phoenix y de local ante los campeones Spurs), Golden State marcha segundo en la conferencia Oeste, detrás de los sorprendentes Grizzlies de Gasol (Marc), Randolph y compañía.
Hay varios motivos por los cuales estos Warriors han dejado de ser insinuaciones para convertirse en realidad. A saber:
1) Stephen Curry, el base del equipo, ha dejado de ser una estrella. Ya es superestrella. Con 25 años y un par de lesiones de tobillos dejadas en el olvido, Curry es el jugador más vistoso de la liga. Mete tantos triples (algunos imposibles) que ya los expertos aseguran que pasará a Ray Allen y Reggie Miller en apenas unos años. Ya hace 3 que es el líder anotador en ese rubro y encima es el comandante total de su equipo: aumentó su promedio de asistencias a 7.7 por partido. También subieron sus robos (2.3) y rebotes (5.5), y por sobre todas las cosas, crecieron sus puntos (24.8) al mismo tiempo que su efectividad en tiros de cancha (.491). Sin dudas, unos números que, hasta ahora, lo tienen como un firme candidato a llevarse el MVP de la temporada, muy por encima de nombres pesados como LeBron James, Chris Paul o Carmelo Anthony.
2) Los “Splash Brothers”. Si Curry es fuego, Klay Thompson es gasolina. Juntos, son explosivos y ellos lo saben. Thompson firmó un gran contrato con los Warriors antes de esta temporada y está pagando con creces. Ya desde el año pasado, el dúo rompió todos los récords anotadores. Ahora, se muestran más firmes que nunca y los rivales lo sufren. Subió en todos los rubros, pero el que más se destaca es en el de puntos. En su carrera venía promediando 16,3 puntos por encuentro. Ahora está en 23,6. Entre los “Splash Brothers”, llegan a48,4 por partido. Una verdadera locura. Ah, dato adicional: terminó segundo en cantidad de triples anotados la temporada pasada. ¿El número uno? Miren arriba…
3) El dúo Andrés. Golden State no es solo los “Splash Brothers”. Es mucho más. Año a año los directivos de la franquicia fueron armando un gran equipo competitivo. Y eso incluye las incorporaciones: primero al gigante australiano Andrew Bogut (elegido N°1 del draft por Milwaukee en 2005) y Andre Igoudala, quien tuvo grandes actuaciones en Philadelphia y Denver y se caracteriza por ser un jugador completísimo. Así, Bogut hace gran dupla interna con David Lee, mientras que Igoudala le da esa experiencia y trabajo en equipo que necesitan los Splash Brothers para serenarse en los momentos importantes del encuentro.
4) Steve Kerr. Famoso por el tiro que definió las finales de 1997 en favor de Chicago Bulls contra Utah Jazz, y luego de un efímero paso como manager de los Phoenix Suns y una muy buena labor como comentarista televisivo, le tocó la hora de ser entrenador. Tras echar a Mark Jackson tras el fracaso de postemporada del año pasado, Golden State apostó fuerte por Kerr, que demostró ser el equilibrio perfecto entre la impresionante ofensiva del equipo (marcha segundo en puntos por partido y segundo también en asistencias por encuentro) y la defensiva (va quinto en defensa y un elogiable 13er puesto en puntos permitidos). Por eso, hasta ahora parece haber sido un acierto traer a Kerr. Los números y el juego lo avalan.
También, hay que destacar a jóvenes como Harrison Barnes y Draymond Green, o jugadores con muchísima experiencia como el brasileño Leandrinho Barbosa, Brandon Rush o Shaun Livingston. Así, los Warriors se convirtieron sin dudas en equipo a temer.
Ahora, Golden State tiene por delante los partidos contra Utah (de local), y una gira de 5 encuentros como visitante: Los mermados Oklahoma City y Miami, Orlando, Charlotte y Detroit. Un fixture para nada difícil si es que Golden State sigue con las luces encendidas. Habrá que ver, entonces de qué están hechos estos Warriors. Lo único cierto, hasta el momento, es que la NBA está enferma: tiene la fiebre amarilla de Golden State.