Triatlon y Nutricion

#Nutrición
Por: Dana Sobol

Si bien nació como un desafío de ultra resistencia para cubrir 3900 mts de natación, 180km de ciclismo y 42km de pedestrismo, que hoy se conoce como “triatlón ironman”, otras modalidades mas cortas fueron tomando identidad propia hasta convertirse en verdaderas especialidades como lo es el “triatlón olímpico” de 1500 mts de natación, 40 km de ciclismo y 10 km de carrera a pie. El “medio ironman” con la mitad de las distancias del ironman y el “short” con la mitad de las distancias del olímpico completan la gama de especialidades de triatlón.

El triatlón va ganando adeptos que ingresan al mismo por diferentes motivaciones. Muchos, en su mayoría adultos, “entran por la puerta” de la salud y la calidad de vida. Dado que es un deporte de resistencia, cuya preparación física tiene un gran componente aeróbico, resulta óptimo para beneficiarse de los efectos preventivos o positivos que este tipo de ejercicio tiene sobre numerosos desequilibrios de la salud o patologías (obesidad o sobrepeso, colesterol alto, diabetes, hipertensión arterial, ansiedad y depresión, entre otros), al mismo tiempo que se mejora el nivel de acondicionamiento físico con un bajo nivel de monotonía gracias a la combinación de las distintas disciplinas.

Otra gran afluencia de adeptos a este deporte son los jóvenes y adolescentes que con o sin experiencia previa en alguna de las tres disciplinas, se ven tentados por el desafío, la competición, y la oportunidad de proyectar sus propias expectativas de éxito deportivo.

El éxito deportivo es el producto de la combinación de un numero de variables genéticas y ambientales. Las primeras constituyen lo que se conoce como “techo genético”, lo que se hereda, como por ejemplo poseer una alta capacidad fisiológica para consumir oxigeno, y las segundas incluyen desde el entrenamiento, el descanso, y la alimentación específicos, la mentalización y la motivación del atleta, hasta los factores climáticos, ecológicos y socioculturales de su lugar de residencia.

Mantener el equilibrio nutricional del atleta, optimizar el proceso del entrenamiento y propiciar la máxima performance competitiva son los objetivos del servicio de nutrición.

Mientras el plan de entrenamiento estará condicionado por las metas y objetivos deportivos, la planificación de la nutrición deberá periodizarse paralelamente al entrenamiento y a su vez incluir metas nutricionales específicas para cada atleta en particular.

La optima nutrición surge a partir de la combinación de los requerimientos individuales del atleta con los que impone el deporte y por el estado de condición física actual, y  antecedentes de salud del atleta.

Para estimar las necesidades energéticas necesitamos, entre otros datos, conocer el volumen de trabajo semanal, que sumado a la evaluación de la composición corporal del triatleta nos permitirá hacer la mejor recomendación en cuanto a las calorías de la dieta.

Según sea el nivel del atleta, la especialización que tenga y la fase del entrenamiento en la que se encuentre, el amplio rango de variación va desde las tres horas semanales que invierte un principiante que quiere participar en un triatlón “short” hasta las treinta horas que invierte un atleta ya experimentado para preparar un “ironman”.

Durante el ejercicio continuo, la contribución de los diferentes combustibles a la producción de energía necesaria para la contracción muscular, varía en función de la intensidad, y de la duración del mismo. El aumento en la intensidad impone un aumento en la demanda de producción de energía por unidad de tiempo, que es justamente la que condiciona el tipo de combustible a utilizar. En el ejercicio de baja intensidad, dicha demanda es baja, por lo cual el combustible preferido es la grasa, a medida que la intensidad aumenta va creciendo el porcentaje de contribución de los carbohidratos como combustible, ya que estos poseen una tasa superior de producción de energía por unidad de tiempo, razón por la que van desplazando progresivamente a las grasas. Para un ejercicio de moderada intensidad, que es el que se desarrolla por ejemplo en un “ironman” o “medio ironman”, la energía proviene de la oxidación de mezclas de grasas y carbohidratos, cuyas proporciones pueden variar de acuerdo a la dieta, el nivel de entrenamiento y a características individuales del atleta. Para cubrir la demanda energética del ejercicio de alta intensidad, los carbohidratos son los elegidos, ya que la oxidación de grasas no podría mantener la producción de potencia necesaria para sostener ese ritmo. De aquí que la capacidad para utilizar la grasa sea uno de los factores condicionantes para obtener un alto rendimiento, sobre todo en el ironman y en el medio ironman.

Las proteínas pueden aportar hasta un diez por ciento de la energía en el ejercicio de larga duración, cuando las reservas de carbohidratos se encuentran agotadas.

Con el objeto de maximizar las reservas glucogénicas para prolongar el momento de aparición de la fatiga es que se practica la dieta precompetitiva ricas en carbohidratos los tres días previos a la competencia, incluyendo la ultima comida previa y el aporte de carbohidratos durante la competencia.

Las calorías gastadas y la proporción de combustible utilizado pueden evaluarse en el laboratorio a través del estudio del consumo de oxigeno y el cociente respiratorio.

Los requerimientos diarios de carbohidratos para un triatleta van a variar en un rango aproximado de 4,5 – 7 gr por kilo de peso. para maximizar la recuperación en los momentos críticos se recomienda consumir 1 – 1,5 gr/kg de carbohidratos inmediatamente al concluir el entrenamiento y 50 gr luego cada una o dos horas hasta cinco horas pos.

Las necesidades de proteínas pueden oscilar entre 1,2 y 2gr/kg por día, dependiendo de la dureza de la carga de entrenamiento.

En el caso que se esté llevando un plan de alimentación vegetariano hay que prestar atención a las combinaciones de alimentos para lograr la complementación proteica por ejemplo mezclando cereales con legumbres o frutas secas.

El consumo de 1 gramo de proteína por cada 3 gramos de carbohidratos, inmediatamente después de un ejercicio de alta intensidad y duración o una competencia, es importante para la recuperación energética, y podría serlo también para la reparación de las estructuras proteicas dañadas durante el ejercicio.

Las tabletas de aminoácidos por lo general no suelen ser necesarias pero algunos suplementos alimenticios como bebidas de hidratación, bebidas altas en carbohidratos, bebidas o batidos con carbohidratos y proteínas fortificados con vitaminas y minerales, barras energéticas o hueles pueden ser útiles para la alimentación en determinados momentos cuando no puede disponerse de alimentos o para su consumo antes, durante o después de las competencias

COMIDA PRECOMPETITIVA

Los objetivos de esta ultima comida consisten en:

- Evitar la sensación de hambre

- Minimizar el riesgo de hipoglucemia

- Prevenir problemas gastrointestinales

- Completar la carga de glucógeno

- Proveer combustible durante parte de la competencia

- Asegurar la correcta hidratación

- Propiciar el factor psicológico

Al seleccionar los alimentos para esta comida, se debe tener en cuenta:

- El tiempo de permanencia en el estomago: las grasas, las proteínas y las fibras tienen mayor permanencia que los carbohidratos.

- El efecto que tengan los alimentos sobre el transito intestinal. El cual se encuentra frecuentemente aumentado por la descarga adrenergica característica de la precompetencia. A algunos atletas les da buen resultado evitar el pan de salvado (fibras) y la leche (por la lactosa) y preferir una infusión como el té, que es rica en taninos que es astringente. Igualmente la adaptación a esta comida es individual y puede ir “entrenándose” en las competencias de menor importancia.

HIDRATACION

La correcta hidratación es una de las estrategias básicas para evitar un deterioro de la salud y el rendimiento en los triatletas, que deben estar atentos a la misma. Si el volumen de sangre se reduce a expensas de las perdidas por sudor, la frecuencia cardiaca aumenta junto con la percepción del esfuerzo, a pesar de que la carga de trabajo sea la misma. Los efectos sobre el rendimiento se magnifican cuando el ejercicio se desarrolla con calor. Una perdida del 2% de la masa corporal ya resulta significativa. El pesaje antes y después de entrenar es un método sencillo para estimar las necesidades individuales de líquidos. En invierno gran parte de los entrenamientos se realizan en ambientes cerrados y climatizados, con lo cual la sudoración no deja de ser importante y sobre todo en la pileta se torna imperceptible.

Las recomendaciones de ingesta de fluidos durante entrenamiento o competencia oscilan entre 500 y 1000cc por hora, dependiendo de los factores climáticos y de la intensidad del ejercicio. Si la duración de la competencia supera la hora, se recomienda el consumo de bebidas diseñadas para rehidratación, que contengan un 4-8 gr% de carbohidratos y 40-50 mg% de sodio. La adición de este a las bebidas sirve para evitar una excesiva dilución de la sangre, lo cual mantiene el impulso de beber y minimiza las perdidas por orina.

CARENCIAS DE MICRONUTRIENTES

Una dieta de entrenamiento bien programada para un triatleta, debería tener una gran densidad de minerales y vitaminas con relación a las calorías. Para ello deben seleccionarse correctamente los alimentos, evitándose los alimentos refinados y golosinas que por lo general solo aportan calorías vacías.

Algunos consejos para aumentar la densidad nutritiva de la dieta:

- Reemplazar progresivamente la harina de trigo y el arroz por sus pares integrales.

- Incorporar diariamente porciones de vegetales crudos y cocidos, sin olvidar los verdes y naranjas.

- Incorporar frutas frescas y consumir su jugo en forma inmediata.

- Incorporar semillas y frutos secos en los desayunos, meriendas o colaciones.

- Incluir carnes magras y productos lácteos.

- Preferir la cocción de los vegetales al vapor.

- Preferir las comidas caseras.

Solo en los casos que se este realizando un plan de bajas calorías, es útil incorporar un suplemento vitamínico mineral que cubra las necesidades mínimas (RDA).

Los niveles bajos de hierro pueden ocasionar un deterioro del rendimiento, incluso antes de producirse la anemia. Esto suele ser frecuente entre los atletas de fondo como los triatletas, y sobre todo en mujeres. Es importante incluir el dosaje de ferritina serica en los exámenes de rutina, para llevar un control del estado de los depósitos de hierro, paralelamente al seguimiento de la hemoglobina y el hematocrito. Para las atletas que sean vegetarianas y las que necesiten aumentar la ingesta de este micronutriente se recomienda:

- Identificar los demás alimentos ricos en hierro, como huevos, cereales integrales, frutos secos, legumbres, productos derivados de la soja y vegetales verdes.

- Acompañarlos siempre con alimentos o bebidas ricas en vitamina C para mejorar la absorción del hierro.

- Evitar tomar café o té hasta 2 horas después de la comidas, para evitar que se inhiba la absorción del hierro.

- Evitar un consumo excesivo de fibras y preferir los alimentos fortificados, como leche y yogures.

En el triatlón la nutrición es una de las claves para triunfar. Una persona triatleta puede echar a perder por la borda un año de entrenamiento por una alimentación inadecuada. Si quieres triunfar en un deporte tan completo, has de aprender a comer bien.

En el triatlón trabajan todos los músculos principales, es uno de los deportes que más potencia el equilibrio muscular entre la parte superior y la inferior del cuerpo, por lo que para entrenar y competir no sólo necesitas consumir suficiente energía para asegurar que los músculos tengan combustible extra y de gran calidad, también necesitas una hidratación perfecta, y un buen aporte de todos los nutrientes esenciales: hidratos de carbono, proteínas y grasas sin olvidarse de las vitaminas y minerales. La mayoría de los triatletas se quedan en la primera parte de la nutrición deportiva que son los hidratos de carbono y su dieta básica es pasta, barritas y bebidas energéticas. Los más avanzados también se preocupan de las proteínas e invierten en aminoácidos y bebidas proteicas y otro grupo más moderno intenta no oxidarse tomando vitaminas y minerales antioxidantes.