Avenida Federico Lacroze 3901. Intersección con la calle Fraga. La luz de una tarde apenas soleada refleja en los vidrios del bar Palacio donde también funciona, desde 2002, el Museo Fotográfico Simik. Allí, está expuesta sólo una parte del material que el director, Alejandro Simik, ha recopilado junto a su equipo de trabajo durante los últimos años. El patrimonio del museo “asciende a más de 1.200 cámaras fotográficas y accesorios, 20.000 fotografías estereoscópicas en vidrio y alrededor de 10.000 fotos en papel de diferentes soportes y formatos, como así también una biblioteca con innumerables materiales de consulta”, según el propio Simik asegura.
El 6 de octubre del 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró el lugar como sitio de interés cultural. Sus aportes al patrimonio porteño quedan claros cuando, en el sitio web, quienes sostienen el museo, explican sus principales objetivos: “la preservación del patrimonio fotográfico de nuestra Ciudad, la organización de actividades que nos pongan en contacto con esa historia tan rica y la difusión de innumerables expresiones artísticas a través de las cámaras”.
Cabe destacar que en el lugar se realizan talleres y seminarios; funciona el museo, y también, un centro de investigación, recuperación de equipos, cámaras y fotografías antiguas. Y esa es, quizás, una de las partes más duras del trabajo, según los miembros del museo consignan: “Tenemos la necesidad de estar en permanente contacto con el público en general. Esa interacción nos llena de orgullo al sentirnos nexo entre el mundo fotográfico y la comunidad, al despertar el interés por la fotografía en los visitantes circunstanciales. Desde los orígenes del museo nos hemos encontrado con elementos en todas las condiciones, desde los mas impecables e inmaculados, donde el tiempo y el uso no pareció afectarlos, como los mas desatendidos y deteriorados”.
Los autos pasan veloces rumbo a Chacarita y a Belgrano. Las sombras se estampan en las vitrinas y generan una imagen en movimiento. Dos personas mayores comparten un café en el interior del bar. Conversan y forman un cuadro perfecto. Tras la barra, otro cuadro perfecto. No podía ser de otra forma, porque hay un sentido poético en la recopilación de fotografías, que el director Simik explica con claridad: “Regocijarnos con las imágenes en nuestra mente y viajar por los mismos sitios, que lo han hecho hace muchos años aquellos maestros. Conocer los personajes que, inertes ante nosotros, han posado y pasado hace muchísimos años ante ellos. Todas estas emociones que siento al ver una foto o una cámara antigua me impulsaron a través de los años a continuar la búsqueda. Estoy muy agradecido con innumerables amigos, fotógrafos y vecinos que inmersos en la misma causa, nos han donado parte de su pasado, rescatándolo, para goce de todos nosotros”.
¿Cómo llegar?
Colectivos: 19, 39, 42, 44, 47, 63, 65, 71, 76, 78, 87, 93, 108, 111, 112, 123, 127, 140, 168, 176, 184
Subte: FEDERICO LACROZE (Línea B)
Tren: FEDERICO LACROZE (URQUIZA)
Fotos: Museo Fotográfico Simik