Su nombre original es Monumento a La Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas. Fue donado por la colectividad ibérica en 1910, financiado en listas de inscripción voluntaria y está emplazado , en la intersección de la Avenida del Libertador con la avenida General Sarmiento. En el mismo año de su donación, durante la presidencia de José Figueroa Alcorta, se colocó la primera piedra del monumento que hoy miles de porteños observan al iniciar, o al terminar, su jornada laboral. Pero, recién en 1918 finalizó su construcción. Y fueron, claro, varias las muertes que demoraron el proceso.
El primero en abandonar su misión artística fue el escultor catalán Agustín Quero que falleció en 1909, y ”sólo llegó a realizar los bocetos”, según aproxima la prensa. El nuevo encargado de la misión fue Cipriano Folgueras, también muerto al poco tiempo, en 1911. La última coincidencia fatal, y más numerosa, quedó registrada en marzo de 1916. Aquel verano, el trasatlántico Príncipe de Asturias, que había zarpado de Barcelona, naufragó en costas brasileras. Murieron 450 personas y se perdió también “un cuantioso cargamento de esculturas de mármol y bronce destinadas al monumento”. , que desde 1914 ya se encontraba emplazado.