Por: Adriana Lara
PROYECTO PIBE LECTOR es un blog de FICCIÓN. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.
12.
Qué hacer en caso de armas
El siguiente, es el “Protocolo a seguir en caso de presencia de armas en el aula” de la Isla del Alumno Autodidacta:
A continuación, se explicitan los pasos a seguir obligatoriamente por el personal docente para cada caso ejemplificado: (nota: En el Anexo III pueden verse los pósters desplegables para cada uno de ellos)
. El alumno/a ha sacado una ametralladora de su mochila, un fusil FAL o algo que puede ser, presumiblemente, un arma láser antiaérea:
a) Controle sus nervios. Recuerde: usted es un/a docente. En el caso de que experimente ganas de gritar como un desesperado, de salir corriendo del aula gritando “auxilio”, desmayarse o cualquier reacción inapropiada para la situación, diríjase inmediatamente a un rincón del aula y cuente hasta diez. Únicamente se considerará legítimo que levante la voz para llamar a otro adulto perteneciente a la institución, ya que no es conveniente permanecer a solas con los educandos en estos casos. El otro adulto, preferentemente un auxiliar por su general robustez, podrá abofetearlo/a para hacerlo entrar en razón si padece una crisis nerviosa, pero ocultando el golpe tras un pañuelito de papel, para que los alumnos no se impresionen por la escena violenta, y evitando el ruido del golpe, ya que lo auditivo también puede afectarlos.
b) En el caso de que el alumno/a haya esperado que usted regrese sin asesinar ni herir a nadie, pídale que apunte el arma hacia el piso y se la entregue. Recuerde: las armas las carga el diablo. Aunque el alumno crea que es de juguete y sea incapaz, por su condición de alumno, de comprender la peligrosidad de este tipo de objetos, proceda como si se estuviera corriendo un peligro realmente. Usted debe preservar la integridad física y mental de los alumnos por sobre todas las cosas, no lo olvide.
c) En el caso de que el alumno/a la/lo mande a freír churros con alguna frase o palabra intempestiva, recuerde: el educando no reconoce la diferencia entre el lenguaje formal e informal, usted es responsable de enseñársela. No importa que nuestro objetivo en la Isla sea el del “alumno autodidacta”: sabemos que eso es utópico y contradictorio, pero lo llevamos adelante igual. No se ofenda por lo que le ha dicho: continúe centrando su atención en el arma y pídale que apunte hacia una mochila, una biblioteca, o hacia algún mueble, total, en el estado en que seguramente se deben encontrar, mucho mal no va a ocasionarse si se escapa algún disparo en forma accidental o adrede.
d) En el caso de que el alumno/a se niegue a entregar nada, insulte, se muestre enojado o poseído por algún sentimiento de furia, y usted perciba que existe realmente el peligro de que alguien resulte muerto o herido, proceda en la forma siguiente:
1. Párese delante del arma.
2. Apoye su pecho de docente contra el cañón del arma.
3. Apoye su dedo sobre el dedo del educando que está sobre el gatillo, evitando cualquier otro contacto que el indispensable para esta situación, ya que podrá ser considerado un abuso de su parte cualquier roce o tocamiento con el menor.
4. Inmólese por el bien del grupo, indicándole antes al resto de los educandos que abandone el aula en silencio y ordenadamente.
NOTA: Repita los pasos 1 a 4 para los casos de cuchillos, punzones, compases, bisturíes, botellas rotas, agujas, tijeras, palos afilados, flechas (estén o no envenenadas), trinchetas, etc.
Recuerde: los alumnos no son concientes de lo que hacen por el mero hecho de ser alumnos, independientemente de lo que estén por hacer o hayan hecho. Usted tiene la absoluta culpa de todo lo que ellos puedan hacer o dejar de hacer.
Si usted resulta herido: Se llamará una ambulancia para que lo lleven al correspondiente nosocomio continental (la Isla del Alumno Autodidacta no cuenta con servicios médicos para el personal docente).
Y si resulta muerto: Y bueno. Usted se la buscó. ¿Por qué no lo pensó bien y se puso un kiosquito, en lugar de dedicarse a esta profesión tan mal vista por la sociedad? ¿Quién lo mandó a creer que se puede enseñar a ser autodidacta en una isla? ¿eh?
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