Habrás visto en la tele las escenas horrorosas tomadas con una cámara oculta en la casa de una persona mayor.
Viste una persona avasallada en su propia casa, maltratada, golpeada, fueron lesiones leves o graves las que se cometieron?
Desde el punto de vista psicológico las lesiones recibidas son muy graves, gravísimas para la mujer y toda su familia. Los moretones, golpes, lesiones físicas se curan pero quedan las lesiones psicológicas: la vergüenza de haber sido humillado, la defraudación, la falta de confianza en el otro,que van a a perdurar.
La persona que debía cuidarla y protegerla la maltrató física y psicológicamente. La mujer tiene 85 años, no puede vivir sola porque es dependiente.
Una cuidadora que acompaña a una persona mayor en su casa es alguien que va cobrando mucho poder sobre la persona a cuidar y su familia: no todo el mundo sabe cómo usar ese poder sin abusar de él.
La dependencia es un estado en el que tenes necesidad de ser atendido, asistido ayudado por parte de otras personas para realizar las tareas de la vida cotidiana.
Puede ser una necesidad transitoria: te caíste y durante la rehabilitación que dura 3 meses necesitas quien te ayude a bañar, o te compre medicamentos o te cocine.
Puede ser una necesidad permanente: tenes un problema de salud que hace que, a medida que pasa el tiempo necesites ayuda permanente en tu vida cotidiana.
Las personas mayores en situación de fragilidad o dependencia pueden tener disminuida o no su autonomía personal.
La capacidad de las personas de cuidar de ellas mismas a medida que envejecen, determinará si pueden permanecer en sus viviendas o si necesitan cualquier tipo de asistencia de larga duración, por ejemplo un acompañante, una cuidadora tiempo parcial o completo, o una residencia geriátrica.
Si vos necesitas todos los días asistencia para higienizarte, manejarte en la calle, hacer compras, hacer la limpieza o cocinar sos una persona dependiente.
Dice la profesora española Teresa Martínez Rodríguez:
“La autonomía personal es la capacidad del individuo para hacer elecciones,
Tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. El término opuesto a autonomía no es dependencia sino heteronomía.”
Podés ser dependiente pero sin embargo conservar tu autonomía, por ejemplo:necesitas que te lleven a la calle pero vos decidís a dónde ir, a que hora y a hacer qué.
La dependencia puede verse agravada por la ausencia de integración social o por falta de redes solidarias, es decir si estas solo, no tenes amigos o hermanos que te acompañen, la dependencia se agrava porque la persona que contratas para cuidarte , que te ayuda a vestirte, a bañarte, a cocinar, es además la única que te hace compañía social y emocional.
Claudia Arias define la red de apoyo social como aquella que “ está conformada por un conjunto restringido de relaciones familiares y no familiares que brindan alguna o varias formas de apoyo”.
¿Qué es la compañía social y emocional? Son funciones que cumplen dentro de tu red social ciertas personas a las que elegís para ello: las personas nos acompañan en las actividades rutinarias de la vida cotidiana o en actividades placenteras, nos apoyan cuando necesitamos ser comprendidos, acompañados en nuestras alegrías o tristezas, compartimos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos más íntimos, las cosas que nos pasan.
¿Qué es el maltrato?
“El maltrato es cualquier acto único o repetido o la falta de medidas apropiadas que se produce dentro de cualquier relación donde hay una expectativa de confianza que causa daño o angustia a una persona mayor”
El maltrato vulnera la integridad física, psíquica, sexual y económica, el principio de autonomía o un derecho fundamental del individuo, como el derecho a la dignidad.
Es muy difícil definir el concepto “dignidad” porque lo que es digno para mí puede ser indigno para vos. Tiene que ver con nuestra educación,nuestra cultura y costumbres.
El punto de partida en el cuidado de los mayores es el derecho a la dignidad:
Las personas mayores, como seres humanos que son, merecen ser tratadas con igual consideración y respeto que cualquier otra.
Los mayores en situación de fragilidad o dependencia son especialmente vulnerables a recibir un trato que no respete su dignidad.
La definición de dignidad no es algo objetivo:cada individuo conforma su propio concepto de dignidad.
Muchas investigaciones han tratado de determinar el perfil de los actores del maltrato. Así, se ha concluido que en un 50 % de los casos el agresor es el cuidador principal, a consecuencia del estrés provocado por las responsabilidades del cuidado. Entre estas personas, un 85% es del entorno familiar (en el 60 % de los casos son hijos/as, y en un 25% el/la cónyuge). En un 37% el/la agresor/a también es mayor de 65 años. El 53% de agresores son hombres y el 47% mujeres y la edad promedio es de 58 años. En cuanto al tipo de maltrato se detectó el 15 % corresponde al abuso físico, 0.6% abuso sexual, 24% abuso psicológico, 29% abuso económico, el 20% de los casos corresponden a abandono, 8% a violación de los derechos y el 2.6% a maltrato social.
Con respecto a la persona maltratada, el 80% son mujeres, y el 20 % son hombres. Los hombres en general son cuidados por sus esposas o parejas hasta el final, la mujer es más longeva y cuando le llega el turno de recibir asistencia depende de cuidadores profesionales ya que la familia actual no tiene capacidad para hacerlo.
Para cuidar a otro se necesita amor, paciencia, disponibilidad, capacidad de dar, de posponer tu persona por las necesidades del otro …no todos pueden.
Hay diferentes tipos de maltrato que pueden darse con las personas mayores, hoy vamos a nombrar algunos.
Maltrato físico
Uso intencionado de la fuerza física que puede dar lugar a lesión corporal, dolor físico o perjuicio: Empujar, golpear, forzar a alguien a comer o beber algo. Forzar a alguien a estar en una posición inapropiada. Sujetar o atar. Pellizcar. Quemaduras con cigarrillos, líquidos. Lesiones o heridas. Fracturas óseas. Estirones en el cabello. Zarandear. Tirarle o derramarle comida o agua.
Maltrato psicológico
Causar intencionadamente angustia, pena, sentimiento de indignidad, miedo o aflicción por medio de actos verbales o conducta no verbal: amenazas, insultos, intimidación, humillación, ridiculización, infantilización, privación de seguridad, privación de afecto, invalidación, ser tratado como un objeto.
Abuso sexual
Gestos, insinuaciones, exhibicionismo o contacto sexual de cualquier tipo, consumado o no, no consentido o con personas incapaces de dar consentimiento: violación, tocar, acoso sexual, fotografiar.
Abuso económico o financiero
Utilización no autorizada, ilegal o inapropiada de fondos, propiedades o recursos.
Maltrato farmacológico
Utilización inadecuada o desproporcionada de fármacos para la sedación o contención ( se llama: camisa de fuerza química), o que el cuidador se niegue a suministrar medicamentos necesarios para el bienestar y tratamiento de la persona mayor.
Negligencia/abandono
Implica descuido u omisión en la realización de determinadas atenciones o desamparo de una persona que depende de uno o por la cual uno tiene alguna obligación legal o moral.
La negligencia o abandono puede ser intencionada o no intencionada.
Por ejemplo, no aportar recursos económicos, omisión de las necesidades básicas como alimento, agua, alojamiento, abrigo, higiene, ropa, atención sanitaria, tratamiento médico, etc.
Cuando esta situación se da en el ámbito institucional, hablamos de negligencia, y cuando es en el ámbito familiar, de abandono.
Vulneración o violación de los derechos
Confinamiento o cualquier otra interferencia de la libertad personal, así como la explotación de la persona mayor o vulneración de los otros derechos fundamentales que tiene como Ciudadano de pleno derecho
Si llegaste hasta acá, te felicito.
Te bancaste una nota muy fuerte con la cual empezamos el 2014.
Tenes que saber, aprender, cuáles son tus derechos y no permitir que te avasallen.
Cuanto más te calles mas fuerte se hace el otro, eso no es bueno para vos.