Simplemente un homenaje a todas las mujeres de antes porque sin ellas no seríamos lo que hoy somos.
Si antes estábamos mejor? no lo creo de ninguna manera.
Pensá en tus abuelas, o tías o incluso en tu madre…En todas esas mujeres que si no se casaban no tenían otro destino en la vida…eran miradas por la sociedad como las que quedaban “para vestir santos”, los bichos raros que no pudieron realizarse porque no armaron una familia…
Vaya hoy mi homenaje a esas mujeres de nuestra familia que se casaban a los 16, 17 años…que parieron 6, 9 o más hijos…que lavaron tanta ropa a mano…sabés lo que pesa una sábana mojada para levantar y retorcer en la pileta? Trabajaron tanto esas mujeres que a los 40 años eran viejas recontra viejas…
Quiero honrar a esas mujeres que no pudieron estudiar como mi abuela Eva, porque? para qué? si para casarse y tener hijos no hacía falta tanto estudio…
Fueron amas de casa sin lavarropas, sin freezer, sin pañuelos ni pañales descartables, almidonando delantales, camisas, sábanas.
Vivieron con muchos deberes y pocos derechos, sin posibilidad de arrepentirse. Cuando se casaban con alguien que en el fondo era un desconocido, no tenían oportunidad de arrepentirse:
-”no m´hijita …usted se casó, se fue, aguante…a esta casa ya no se vuelve.”
Y a apechugar, porque la mayoría no tenía libertad ni capacidad económica para mandarse a mudar con los hijos, cuando el marido resultaba un fiasco. Antes duraba más el amor? no, duraba más el aguante, las madres le decían a esas hijas “hay que aguantar”…Aguantar no es amar.
Es verdad que hoy tenemos doble tarea, en casa y fuera de casa , además de que seguimos siendo las cuidadoras informales de los que están enfermos y se ponen viejos en la familia.
Pero nuestro mundo hoy tiene un horizonte, tenemos derechos y deseos de cumplir nuestros sueños y anhelos. Porque la familia es un gran sostén de nuestra identidad pero no puede ser el único.
Hoy tenemos posibilidades de estudiar, trabajar, elegir, realizar nuestros sueños…Cuantas veces escuché a mujeres grandes decir que no trabajaron porque el padre o el marido no las dejaban…¿podes creer realmente que eran más felices? estando siempre al servicio de las necesidades del otro?
Una mujer que hoy tiene más de 84 años me dijo: “cuando yo nací las mujeres teníamos dueño, en mis país natal ( Colombia) primero el padre y después el marido”.
Todos los días deberíamos agradecer al creador de la pastilla anticonceptiva y al que inventó el lavarropas: los dos elementos que nos hicieron cada vez más libres.
Amo mi lavarropas automático, muchas mujeres siguen lavando a mano…
En este siglo XXI quizás logremos sentir menos culpa como género, quizás seamos capaces de educar a nuestros hijos varones para que sean menos machistas y más compañeros, a nuestras hijas mujeres para que sean más libres como personas, puedan ser más transformadoras aún sosteniendo roles tradicionalmente femeninos.
Vaya mi homenaje a todas las que abrieron el camino y mi comprensión por aquellas que todavía hoy están en la oscuridad, maltratadas, secuestradas, esclavizadas, vendidas sólo por el hecho de haber nacido mujer.