Por: Bruno Aleotti
Se necesitaba un partido así. En donde la experiencia y la juventud se unieran para mandar a la papelera de reciclaje el maleficio de no poder dar vuelta un cotejo. Con actitud, sangre y fútbol, que era lo que se le reclamaba, Racing goleó a San Lorenzo por 4 a 1 (Zuculini-2-, De Paul y Vietto) por la novena fecha del torneo Final en el Bajo Flores. Con esta victoria alcanzó las 14 unidades y esta a siete del puntero Lanús.
En el inicio del partido San Lorenzo marcó el ritmo. Racing, acentuando uno de sus grandes problemas, arrancó impreciso, asfixiado por la presión que ejercía el equipo local. Fue tanta que se acercaron con peligro al arco que defendía Saja pero este en base a su notable actuación impidió que su valla cayera. A los 6´ Cahais perdió la pelota con todo el equipo volcado en el ataque, Villalba la tomó en su propio campo la trasladó por toda la mitad de cancha, entró al área y le rompió el arco a Saja. Otra vez era la misma historia de siempre. Se entraba dormido al campo de juego y lo pagabas muy caro. Con un gol, como con Independiente y River pero el sábado por la noche la suerte estaba con Racing y el número de ella era el siete. Cuatro minutos más tarde, Camoranesi abrió el balón a la derecha para Villar, este envió un centro delicioso al punto del penal para que Zuculini lo tome de volea y lo mande al fondo de la red. 1 a 1. A partir del empate, el equipo de Zubeldía se envalentonó y en base a la actitud recuperó la confianza en si mismo. Bolatti fue el circulador de fútbol en la mitad de cancha (¡Por fin, viejo!). Con un Saja imbatible- ¿Sabrá Sabella el número de su celular?- que no le permitió al equipo local ponerse nuevamente en ventaja. Un Camoranesi que en base a su tenencia y profundidad ponía al azulgrana contra las cuerdas. Fue Villar quien anotó, tras una buena jugada colectiva en ataque, pero su maniobra fue injustamente anulada por una supuesta posición fuera de juego que nunca existió. Pese a eso la Academia no bajó los brazos y vino el gol. A los 38´ Zucu se encontró la pelota tras una serie de rebotes y puso el 1-2 para irse con tranquilidad al descanso.
En el complemento, San Lorenzo volvió a contar con algunas situaciones de peligro pero se topaba con el chino académico que había decidido clausurar su arco para que no ingrese ni una pelota más. Racing se afianzó aun más en el campo de juego. El circuito futbolístico que se generaba entre Camoranesi, De Paul y Vietto lastimaba demasiado a los de Pizzi. Toque a toque, llegó el tercero. 18 minutos marcaba el cronometro de Pezzota, en ese instante el delantero cordobés metió un taco perfecto para el ex campeón del mundo que sutilmente descargó para De Paul, y este entrando por izquierda abrió su pie derecho dentro del área para ponerla en el ángulo superior izquierdo de Ibáñez, que fue un espectador de lujo. Hubo tiempo para un gol más. Vietto-tuvo su merecido premio- a los 30´ dejó su firma y sentenció la goleada por 4 a 1.
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La noticia, además de que Racing haya podido ganar un clásico demostrando actitud, sangre y fútbol, es que por fin pudo cortar la maldita racha: tras 777 días de espera, la Acadé remontó una desventaja en el marcador y finalizó un encuentro obteniendo los tres puntos en disputa. La última vez había sido justamente ante San Lorenzo y en el mismo escenario, en la Fecha 3 del Clausura 2011, allá por el 27 de febrero de dicho año: 2-1 con los gritos de Teófilo Gutiérrez.
Para ganarle a San Lorenzo el cuento tuvo final feliz. De viejos y pibes era la cuestión. Ellos se tomaron todo el vino en el Bajo Flores. Contagiando a su gente que se fue borracha de buen fútbol, afirmando que si su rival de toda la vida desciende la resaca va durar varias semanas.
http://www.youtube.com/watch?v=L1QZUmgwrMI