Por: Bruno Aleotti
Finalizaron los magníficos días de playa con un cielo radiante celeste y blanco. Carlos Reinaldo Merlo junto a sus muchachos cargan las reposeras sobre sus hombros, emprenden el camino de vuelta, atravesando los estrepitosos médanos que desembocan en la recta final del comienzo del Torneo. Están felices pero sus sonrisas son medidas. Saben que todavía no se logró nada, y que la hora de la verdad comienza el 08/02 a las 21.30 frente a Colón. Se realizó una buena pretemporada. Es cierto que se le ganó muy bien (con baile) a Independiente- le cuesta mucho con los rivales de categoría superior- y al siempre animador de competencias Newell´s cerrando la Copa Ciudad de Mar del Plata a pleno sol, con broche de oro. El equipo de Mostaza fue el que mejor jugó. Racing marcó cuatro goles y terminó con la valla invicta; no hay que ir muy atrás en el tiempo para recordar que eramos un desastre. El Rey lo hizo de nuevo.
La Academia de Carlos Reinaldo Merlo tuvo un gran arranque y una continuidad del cierre del año que pasó. Desde el resultado y en el juego se vio reflejada esa prolongación. Es importante que Racing se vuelva acostumbrar a ganar, se sabe que siempre sumar de a tres es vital aunque sea una competencia veraniega. Como una continuidad de esa muy buena performance que había exhibido frente a su clásico rival en la goleada 3 a 0 de la semana pasada. Los jugadores de la Acadé captaron bien el mensaje que bajó el último entrenador campeón del club. La presión alta, la explosión, la voluntad de correr/sacrificarse/pelear hasta la última pelota, ser un equipo solidario y con la concentración al máximo durante todo el partido. La pasaremos mal si no somos un conjunto ordenado, ya que los protagonistas -salvo Rentería y a la espera de un refuerzo más- son los mismos, a los que les costó una barbaridad en la generación de juego el semestre anterior.
Merlo sabe que no le sobra nada. Por eso en el complemento se cuida un poco más, decide retroceder un poco las líneas para agarrar al contrario con espacios y liquidarlo de contraataque. Algo que todavía no se hizo efectivo en el verde césped pero que seguramente ocurrirá si saben explotar la velocidad de los delanteros. Racing en el complemento elige darle la pelota al adversario de turno, algo que puede ser riesgoso a futuro. A ajustar las tuercas, señores. Fueron dos sistemas tácticos los que empleó el Rey del verano: 4-4-2 y 4-3-3. Casi con seguridad serán los que utilizará en el campeonato, debido a que son los que tiene más elaborados. Otra grata noticia es que se volvió a convertir de pelota parada-Viola x2 frente a Indescendiente y Newell´s. Lo que nos da la pauta que se está trabajando a destajo para volver a ser un equipo serio. En esas dos oportunidades hubo unas buenas ejecuciones de De Paul, buscando la altura de Ortiz y Saveljich. En fin, un buen inicio de año y una inyección anímica importante de cara a lo que viene. Dos muy buenos triunfos para que la idea primordial, la de volver a ser, siga afirmándose.
La Acadé fue ese sol que arde, esa arena molesta para los rivales y tuvo la explosión de las olas de un mar bravío. Así se prepara para el inicio del campeonato, con la esperanza de que el buen rendimiento del verano continué todo el año.