Por: Mariano Domino
En uno de nuestros anteriores posts, recordábamos la muerte de Kurt Cobain, una de las más resonantes de los últimos veinte años, tanto quizás como la de Michael Jackson, con la única diferencia que la ‘Jacko’ aún guarda ciertos costados enigmáticos acompañados del escándalo que rodea a sus familiares en la pugna legal por adjudicarse su herencia. Antagónica a estas dos es el fallecimiento de Layne Staley, líder y cantante del conjunto grunge Alice In Chains, aunque comparte con la muerte de Cobain en que se produjeron exactamente en el mismo día pero con diez años de diferencia. Al momento de su muerte, Staley tenía tan solo 34 años y pesaba 45 kilos.
Junto con Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden, Alice In Chains formaba parte de la obligada recitación de bandas grunge que salían de memoria porque ocupaba, durante toda la década del ’90 –y más allá también- el podio privilegiado de bandas que definían con mayor fuerza y expresión al movimiento grunge nacido en Seattle; la banda liderada por Staley era oriunda de Washington.
Si más que la profesionalidad con que maneja su instrumento o el virtuosismo con que lo encarna, el músico –y más de rock- pudiera definirse con la pasión o la entrega con que lo ejecuta, el caso de Layne Staley resulta prototípico. En efecto, su estilo fluctuaba desde el grito agudo, desgarrador y carrasposo, en parte intentando emular al Ozzy de Black Sabbath –de enorme influencia para la banda- hasta tonos suaves armoniosos, con un perfecto dominio del falsete. La capacidad de Layne de demostrar emociones y sentimientos de angustia, dolor e ira en sus presentaciones fue siempre motivo de reconocimiento entre sus fans; un cantante que demuestra un gran trabajo vocal, con un rango y timbre únicos sazonados con una oscuridad que lo caracterizó a lo largo de toda su carrera.
El 19 de abril de 2002, la madre de Layne, Nancy McCallum, hizo una llamada al 911 para alertar que no había oído de él alrededor de dos semanas. Horas más tarde, fue encontrado muerto en su casa, después que su madre y su padrastro fueron a su apartamento con la policía. Su cuerpo estaba rodeado de drogas diversas y elementos para su consumo, en un sofá, iluminados por una TV ya parpadeante, junto a varias latas de pintura en aerosol en el suelo. Estaba sentado en un sofá. Había cocaína cerca de él y dos pipas de crack sobre la mesa. El informe de la autopsia posterior concluyó que había muerto porque se había inyectado una mezcla de heroína y cocaína conocida como Speedball. Sobredosis fatal. La noticia se hizo pública el 20 de abril de 2002. Otro ídolo del grunge había fallecido.
Una pequeña e informal reunión, a modo de homenaje, se llevó a cabo el 20 de ese mimo mes en el parque Seattle Center, de la misma ciudad. Sólo asistieron unas 100 personas, incluyendo unos conmocionados Jerry Cantrell, Mike Starr, Mike Inez, Sean Kinney, Susan Silver (manager de Alice in Chains) y Chris Cornell.
El pasado 2 de abril, el sello Columbia reeditó ‘Above’, el único trabajo de lo que en 1995 fue un intento por conformar uno de los grandes supergrupos del momento que, bajo en nombre de Mad Season, incluía al propio Staley en voces, Mike McReady (Pearl Jam) en guitarras y Barrett Martin (Screaming Trees) en batería.
Links sugeridos:
- Reporte de MTV News sobre el fallecimiento de Layne Staley