Por: Maria Eugenia Capelo
¿Qué les pasa a las chicas que transitan su primera juventud en la segunda década del siglo XXI? Este parece ser el intringulis de Girls, la serie de Lena Dunham. Muchos la plantearon como la sucesora de Sex and the city. Ambas ambietadas en New York, ciudad moderna, devenida en hipster en la que un grupo no compacto ni homogéneo de cuatro amigas intenta sobrevivir. En ambas series el sexo es casi tema número 1 de sus vidas pero las chicas de Girls (valga la redundancia) lo hacen más explícito, en vivo y casi sin pudor.
Pero hasta ahí las coincidencias. Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) de Sex…no tiene mucho que ver con Hannah Horvath (Lena Dunham) de Girls. Creadora, guionista, productora y protagonista de “chicas”, Lena llegó a la televisión para mostrar algo distinto. No es para nada agraciada, ni sexy; no tiene el cuerpo perfecto, no se viste con el último grito de la moda; no es exitosa en su trabajo, sus padres no están orgullosos de ella; tiene un compañero sexual que sólo es eso, y un grupo de amigas que parecería ser lo único auténtico y valioso en la vida de Hannah.
Toda esta descripción nos haría pensar en el personaje de Dunham como una looser. Pero no. Ella se encarga de que no la veamos así, todo lo contrario. Se levanta todos los días a afrontar su vida de veinteañera neoyorkina con el mejor ánimo y cuando no lo tiene recurre a alguna droga o pseudo anfetaminas. Le gusta aparecer desnuda, con sus rollos y celulitis, su cara casi sin maquillaje. No transmite belleza, cuesta encontrar empatía.
El resto de las amigas Shoshanna (Zosia Mamet), Marnie (Allison Williams) y Jessa (Jemima Kirke), representan distintos tipos de mujeres. Shoshanna comienza la serie marcando una gran diferencia con el grupo: a pesar de sus veintiypico todavía es virgen.Desea tener la vida de sus amigas, más exitosa a su criterio y sus vidas sexuales, alocadas bajo su lupa.
Marnie es correcta, linda, prolija, tiene un novio que la ama desde la secundaria pero que a ella le aburre y no encuentra la manera de cortarlo. Tal vez sea la que más sigue las reglas del sistema. Cuidadosa de su imagen y cuerpo, exitosa en su trabajo, expeditiva y decidida pero a la vez con ganas de patear el tablero y romper con tantas estructuras.
La más hipster del grupo, la inglesa Jessa, vive bajo sus reglas. Su mundo se remite a sus ganas o a la falta de ellas. Los hombre pasa por su vida comoun consumo de alguna sustancia y luego vuelve a su mundo lleno de filosofía del dolce far niente.
Hay flotando en Girls algo que nos acerca: Tratar de ver cómo intentan amoldarse a este mundo lleno de exigencias este grupo de jovencitas tan distantes de las Mujercitas de Louisa May Alcott y más evolucionadas que el cuarteto de Sex and The City.