Por: Maria Eugenia Capelo
Aburrida. Tediosa. Sosa. Así fue la entrega de los Emmys de ayer, sin sorpresas, sin emoción, sin chiste. Pero algo sí debemos atribuirle: la división de los premios. No hubo una gran triunfadora- todo hacía pensar que Breaking Bad o House of Cards iban a arrasar con los premios- sino que los galardones estuvieron distribuidos.
Indiscutiblemente Modern Family y Breaking Bad ganaron en los rubros de mejor comedia y drama respectivamente. Pero todos sabemos que se cometió una injusticia al haber dejado de lado a Bryan Cranston en su última nominación por su rol de Walter White. Sin duda era un premio que se merecía él o su colega Demian Lewis por Homeland pero se lo llevó-en mi opinión muy injustamente-Jeff Daniels por la ascendente The Newsroom.
House of Cards y su novedad de que era una serie pensada y desarrollada en la plataforma de internet Netflix se quedó casi con las manos vacías, sólo David Fincher –director de cine hollywoodense- se llevó el premio al director por unos capítulos de la serie. Sin dudas fue una gran perdedora junto a la exitosísima en términos de taquilla Game of Thrones.
Una serie que no termina de ser un blockbuster como Veep, se llevó dos premios en categoría actor de reparto (Tom Hale) y actriz protagónica de comedia (la genial Julia Louis Dreyfus).
Otro premio polémico fue el de actor de reparto en drama. Todo hacía pensar que nuevamente Aaron Paul por la interpretación de Jesee Pickman en Breaking Bad había a coronarse nuevamente con el premio o su compañero de serie Jonathan Banks, pero no. Los críticos optaron por Bobby Cannevale de Boardwalk Empire.
El premio más merecido
Sin duda Michael Douglas a lo largo de los roles que ha sabido interpretar en el cine nos transmitió una imagen de un hombre muy masculino, sensual y sexual. En esta entrega estaba nominado por interpretar al pianista homosexual Liberace en el telefilm Behind the Candelabra, dirigida por Steven Soderbergh y acompañado en la actuación por el gran Matt Damon. Su actuación es brillante, nunca se desborda e interpreta con exactitud al músico y a la época (finales de los 70 y principios de los 80). El film se llevó tres premios como mejor película para Tv, mejor director (Soderbergh) y actor Michael Douglas, quien hizo muchas bromas de doble sentido hacia su compañero Damon cuando recibió el premio (sin dudas el momento más creativo y divertido de la gala).
Los perdedores de siempre
Como ya habíamos adelantado la semana pasada en este blog, “los Mad Men´s crew” deberían quedarse en casa. Jon Hamm, que intentó afearse con la barba horrible y tupida, y su compañera de elenco Elisabeth Moss se quedaron otra vez con las manos vacías (injustamente?). Tal vez en la próxima entrega cuando Mad Men llegue a su última etapa finale lleguen esas estatuillas tan codiciadas.
Sofia Vergara sigue sin poder llevarse su premio, pero los organizadores no se privan de hacerla subir a entregar premios al menos para admirar su cuerpo, belleza y carisma.
Para todos, otra vez será.