Por: Maria Eugenia Capelo
Esta frase es la que define la nueva serie de Netflix, Bloodline, que a partir del 20 de marzo estará disponible en esta plataforma. Protagonizada por Sissy Spacek y Sam Shepard, Bloodline cuenta la historia del matrimonio Rayburn y sus cuatro hijos, dueños de un hotel (resort) paradisíaco en la zona de La Florida.
La historia comienza con la reunión que los padres organizaron en su hotel para conmemorar los 45 años de inauguración del hotel. Pero esta familia tiene una oveja negra: El hijo mayor Danny. El es quien pondrá al límite a toda la familia y mostrará la cara oscura y oculta de la familia. El resto de los hermanos se componen por un comisario que es el hombre correcto con la mujer ideal e hijos, la hermana cuarentona que sigue con su vida de los 20 y un novio eterno, y el menor que vive en la zona de los padres y que no ve con buenos ojos la llegada del hermano mayor.
El conflicto aparece cuando Danny decide quedarse en el hotel de los padres para regentarlo. Tras la negativa del padre y de algunos de los hermanos, se desata una tragedia.
La serie mantiene la tensión y revela los puntos oscuros de una familia que pareciera ser la clásica estadounidense que siguió el american way of life.
Aquí un adelanto y recuerden que desde el 20 de marzo tendrán a su disposición los trece episodios de esta primera temporada en Netflix. Más información la encontrás en sitiodeseries!