Por: Natalí Ini
Lena Dunham, creadora y protagonista de la serie “Girls”, vino a incomodarnos un poco a todos. Por un lado, se dispuso a ser “la voz de una generación” como lo dijo en el primer capítulo y nos dejó a todos sus contemporáneos con la pregunta ¿cómo hizo? Y por otro, se propuso tocar ciertos temas incómodos en su serie “Girls”.
El cuerpo legítimo
Por más progres que seamos, ver un cuerpo de una chica normal tirando a rellenita en televisión es algo que nos impacta un poco. Eso se ve reflejado en la obsesión de los periodistas al tocar este tema en sus artículos sobre la serie o en las entrevistas que le hacen a la joven actriz.
En Argentina, los cuerpos legítimos de nuestra televisión son los de las mujeres que desfilan por el programa de Tinelli o las protagonistas de novelas o los que son tapas de revista. Lena llegó a las pantallas para incomodarnos y romper con esos estereotipos ficticios. Es por ello que nos impacta.
Como lo explica el sociólogo francés Pierre Bourdieu, en su artículo “Notas provisionales sobre la percepción social del cuerpo”, el cuerpo es un producto social. La distribución desigual de las propiedades corporales entre las clases sociales se realiza a través de diferentes mediaciones tales como las condiciones de trabajo y los hábitos de consumo; esto significa que un obrero metalúrgico no tendrá el mismo cuerpo que un gerente de empresa. Y cada grupo y/o clase social tiene su cuerpo legítimo, ese cuerpo con el que nos sentimos cómodos en una reunión social o en nuestro lugar de trabajo. Hannah (el personaje interpretado por Dunham en al serie) es tal vez, la típica norteamericana que come muffins, se viste con ropa de ferias americanas, es sedentaria porque pasa sus horas leyendo o escribiendo frente a la compu y no se prende a las modas como el running y la comida orgánica.
Este sociólogo estructuralista francés se caracteriza por hacerse preguntas sociológicas simples como ¿por qué nos vestimos como nos vestimos? ¿Por qué estudiamos lo que estudiamos? ¿Por qué nos enamoramos de quien nos enamoramos? Y las responde siempre de manera brillante. Bourdieu define a la sociología como “la ciencia que incomoda”, él hace esa ciencia en todas sus investigaciones, sobre todo en las que estudia a los intelectuales.
Bourdieu explica que el cuerpo con el que nos presentamos dice mucho de nosotros, transmite el lugar que ocupamos en el espacio social. Todos estos signos distintivos hacen que el cuerpo de Hannah se haya modelado de esta manera. Según Bourdieu no hay signos específicamente físicos, todo es cultural. Estas propiedades de los cuerpos (talle, fuerza, proporciones) son aprehendidos y clasificados por nuestras categorías de percepción que no son independientes de la distribución de las diferentes propiedades entre las clases sociales.
El impacto que sentimos (nosotros, los argentinos de clase media) al ver esos cuerpos en televisión se debe a que no entra en nuestras categorías, no es el tipo de cuerpo que acostumbramos a ver desnudo y gozando en televisión. Bien Lena por incomodarnos!