Por: Natalí Ini
Bron/Broen significa puente en danés y en sueco respectivamente. Desde el primer capítulo, el asesino pone a Dinamarca y Suecia a trabajar juntos. Un cuerpo aparece en el puente de Oresund, aquella construcción descomunal que une los dos países. El cadáver está depositado justo en la frontera, eso provoca una investigación en conjunto entre los detectives Saga (sueca) y Martin (danés). Ella es fría, asocial y tiene mucha ética profesional. Él es chistoso, mujeriego y no muy fanático de la ley.
Lo primero que me gustó de Bron/Broen es que los actores no eran muñecos de cera como los que últimamente se están viendo en la televisión norteamericana. Saga no lleva maquillaje en ningún momento, su pelo es reseco y se viste en gamas marrones. Sus dientes no encandilan y sus pómulos no están rellenos. Todo esto no quita que sea una linda sueca.
Lo segundo que me gustó fue la hermosa casa de Martin. De madera y vidriada. Muebles de diseño escandinavo, todo en esa gama de madera clara y nada sobrecargado. Sabía que esa casa sería el escenario de alguna parte clave y así fue. En el ante último capítulo transcurre una de las escenas más dramáticas.
Lo tercero que me atrajo es ver una serie de origen sueco y danés. Ví algunas películas de esas latitudes, sin embargo, las series tienen esa cualidad de llevarte a un clima y a un recorrido por distintas ciudades. Creo que un extranjero podría llevarse una idea más acabada acerca de Argentina al ver Los Simuladores más que El secreto de sus ojos. Cuando vemos una serie, entramos a las casas de los protagonistas, conocemos sus vínculos y sus mañas.
Una de las cuestiones que me llamó la atención es el lugar de las mujeres en la serie. Entre los delitos que investigan Saga y Martin no hay violaciones (el delito favorito de muchos policiales hollywoodenses). Saga es la jefa, tiene hombres a su cargo, su trato con ellos es frío y apático, porque ella es así con todo el mundo. Se cambia la remera frente a todos y no hay risitas alrededor. Ya todos la conocen y la respetan. Saga tiene sexo ocasional con un hombre que conoció en un bar. No se conflictúa si la llama o no. Incluso se pregunta ¿Para qué me invita a cenar si ya tuvimos sexo? Ella es un extremo, es una personalidad extraña sin sentimientos por nadie pero no por eso cruel. Creo que este personaje sale de los lugares comunes asociados a las mujeres jefas como “la loca” “la hincha pelotas” “la adicta al trabajo que descuida a su familia”. Suecia es uno de los países con más igualdad de género. Esto significa, por ejemplo, que si una embarazada se sube a un colectivo puede tomarse a mal que le cedan el asiento. Y que tanto madre como padre tienen una licencia de 480 días luego de tener un hijo. Pueden administrarlos cómo les convenga. Esto permite que la crianza pueda ser realmente de a dos.
Suecia y Dinamarca junto con los otros países escandinavos siempre están en los títulos de los diarios por ser los mejores lugares para vivir y trabajar. La fama de estos países es que allí no existen polaridades de ningún tipo. Ni social, ni cultural, ni económica, ni de género. El asesino al que Saga y Martin persiguen intenta romper con esta idea. Este “Terrorista de la Verdad” quiere denunciar temas incómodos para Suecia y Dinamarca: la inmigración, la explotación infantil y los vagabundos yonkis que andan por las calles. El asesino hace una fuerte aparición en los medios, jugando un rol de justiciero, transmitiendo imágenes y cometiendo crímenes que se llevan las primeras planas de todos los diarios. Al final de la serie entenderemos el componente emocional de este asesino, que no es menor.
Bron/Broen ya tiene su versión estadounidense “The Bridge”. No la ví. Pero uno de los atractivos de Bron/Broen es adentrarse en estas sociedades desconocidas para nosotros. Trazar un puente entre Argentina y los países nórdicos.