¿Por qué escuchamos Heavy Metal?

#SucioYDesprolijo

En este blog intentamos dar una aproximación de lo que es el metal nacional hablando y explicando determinados aspectos que, para algunos neófitos, pasan desapercibidos. Pero… ¿porqué el heavy metal?

Como explicamos desde un primer momento, la idea de esta película es contar la historia de uno de los géneros más grandes del rock nacional y el cual, creemos y estamos convencidos, tiene muy poco lugar dentro del llamado mainstream. Además de conocer y ver cuáles fueron los pioneros, qué bandas lograron trascender las fronteras argentinas y tratando de explicar y darle un espacio a la música que tanto queremos, es justo que nos preguntemos ¿porqué escuchamos Heavy Metal?

Es una pregunta que, tal vez, varios nos hemos hecho alguna vez. Los motivos suelen ser diversos, por lo general y en base a los fans que hemos entrevistado para este documental, hubo alguien que les hizo escuchar alguna canción por un hecho particular que estaba afectando sus vidas. Para no tercerizar esta idea, vayamos al caso personal de quien escribe, que en su adolescencia tuvo un fuerte encontronazo/ amor por “Hermética”. Y es que estando en la secundaria de un colegio católico, el La Salle para ser más específicos, hubo que realizar un trabajo de análisis histórico/temporal sobre la letra de alguna canción que elijamos. Hubo un compañero de equipo que dijo “tengo una letra buenísima, seguro les va a molestar” y al día siguiente apareció con la letra y el casette del siguiente tema:

A partir de esta canción, con unos 14 o 15 años encima, el dueño del casette me dijo: “Llevatelo, grabalo que te va a gustar”. Recuerdo volver a casa y poner esta canción una y otra vez antes de terminar (o empezar) a descubrir “Víctimas del Vaciamiento”. Creo que hay pocas cosas que nos pueden llegar a transportar a otras realidades y una, sin dudas, es la música. Escuchar ese casette le dio un giro a mi vida, para algunos puede resultar exagerado y para otros, puedo resultarles familiar. Más de uno ha llegado al metal por recomendación o herencia, empezando por una u otra banda para abrir un camino de infinitas puertas.

Lo importante de este recorrido, más allá de la canción en sí, es la apertura que nos da. A contracorriente de otros géneros que nos tildan de “cuadrados” creo firmemente que el heavy metal nos ayuda a abrir las cabezas, a escuchar algo y querer saber más: quién lo escribió, porqué, qué más hizo y quiénes fueron sus influencias. El metal ayuda a romper barreras, a querer ver qué hay más allá de una letra, de descubrir su significado y hacerlo propio. De generar, a partir de una canción, una idea y un modo de vida anclado en valores tradicionales: la amistad, la fidelidad, la familia, el trabajo y la honestidad.

Uno puede ver que estos valores se corresponden a lo largo y ancho del género, alguna vez un poco más exacerbado y otras de un modo más sutil, pero siempre están latentes. Los que escuchamos heavy metal tenemos códigos en común: sabemos del respeto que nos tenemos y no podemos evitar un saludo o sonrisa al ver a un compatriota metalero usando la remera de la banda que nos gusta.

El metal, lejos de esa primera imagen de Sucios y Desprolijos a los que nada importa, ha sabido reivindicar un sistema de valores que en otros ámbitos se han perdido. Supo darnos un lugar y una contención que, tal vez, no pudimos encontrar en otros espacios de nuestras vidas. El metal nos reconoce y nos describe dentro de una sociedad que trata de expulsarnos por ser los diferentes. El metal nos conoce, ampara y agrupa. Sabemos que estamos entre iguales y que si alguno necesita una mano estamos allí para dárselas. El metal es más que una canción, un disco o una banda. El heavy metal es pasión, sentimiento y una forma de vida. Por eso cada vez somos más, cada vez que nos encontramos es una fiesta y cada show es casi un ritual. Porque nos conocemos, reconocemos y entendemos. Por eso escuchamos heavy metal, porque no es una moda, porque dentro de él vivimos y sentimos.

Y vos ¿Cómo llegaste al heavy metal? ¿Qué banda escuchaste por primera vez?