Por: Juan Chiramberro
Manifestación estética de los sentimientos, eso es la Poesía. Una encrucijada irracional de palabras que se combinan, nada menos, que para expresar las más extrañas experiencias sensoriales amontonadas por los humanos. Un pequeño planeta de estímulos, un extraño lenguaje de códigos que nunca dejan de resignificarse, un lugarcito en el universo en el que uno se refugia para enaltecer su bronca, sus frustraciones, sus delirios de amor, sus atemporales ratos de melancolía, sus dudas, su idea de Dios, de alma y de mundo.
- Dibujo exclusivo para #TeMuestroLaPlata, en manos del artista plástico Santiago Ambrosio (face: Santiago Elefante)
Eso es la Poesía, una hechicera y exquisita informalidad de la Literatura. Informal, porque la poesía no respeta estructuras, las supera; exquisita porque merece un pulido artesanal en el que cada palabra exprese el todo; hechicera, porque se presenta como una magia que se cree dominante por sobre la razón.
Citar a grandes poetas sería tan equívoco como ignorar a otros tantos, porque la grandeza de una poesía recae en su mensaje, y, el mensaje, no es otra cosa más que ese mundo de significaciones que termina de construirse en el lector. El golpe de una gran poesía choca con una gran historia para contar, o, más bien, con una gran historia que necesita ser contada por una poesía.
Podríamos, entonces, hablar de Pablo Neruda, de Gabriela Mistral, de Federico García Lorca o de Oliverio Girondo, pero, nunca, podríamos satisfacer siquiera a un sólo lector, porque las poesías no son simplemente para personas, son, más bien, para momentos determinados de las personas. Son para un alguien en un tiempo y espacio determinado.
Es, hoy, según el calendario de las efemérides, el Día Mundial de la Poesía. Por ello, enaltecemos el trabajo de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota para representar parte de la obra poética con más influencia en la historia de la ciudad de La Plata.
Proponemos esta poesía, pero escuchamos ofertas.
Todo un palo
El futuro llegó hace rato.
todo un palo, ya lo ves.
Veámoslo un poco con tus ojos.
el futuro ya llegó.
Yo voy en trenes.
no tengo donde ir.
algo me late
y no es mi corazón.
¿Cómo no sentirme así?
si ese perro sigue allí.
¿Qué podría ser peor?
Eso no me arregla,
eso no me arregla a mí.
Estás llamando a un gato con silbidos,
el futuro ya llegó.
Llegó como vos no lo esperabas.
Todo un palo, ya lo ves.