Peculiaridades de “La noche de los mayas”

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La noche de los mayas es el título de una composición musical escrita por el compositor mexicano Silvestre Revueltas (1899-1940), que fue la música original de la película del mismo nombre.
La composición musical ha pasado a ser del repertorio frecuente de las orquestas latinoamericanas y poco a poco de las orquesta en el mundo entero.

Yo he tenido la oportunidad de hacer la primera presentación en varios continentes del mundo desde 1990 y la reacción de los músicos, público y luego de la crítica, ha sido algo “increíble”, a algunos les encantaba mientras que otros les disgustaba.

El contraste era espectacular!

El nombre del compositor, Silvestre Revueltas no era conocido fuera de México y muchos no sabían la época en la que había vivido.  Como no existía aún Google para tener información inmediata, las reacciones del publico y los críticos eran sorprendentes. Una persona se me acerco después del concierto y me dijo: “Qué obra tan moderna, debe de tratarse de un compositor de los 70s’.” Recuerdo que un crítico llego a escribir:  “la música del último movimiento es muy revuelto, como huevos revueltos… “.
Prefiero no nombrar fuentes para evitar disgustos o polémicas de estos comentarios.

Puedo decir que con el tiempo y gracias a grabaciones y giras internacionales de nuestras orquestas hemos podido difundir esta obra mundialmente que ahora es una de las obras favoritas del repertorio latinoamericano en salas de conciertos en el mundo entero.

Vayamos a la obra:
Tiene 4 movimientos y dura un poco más de 30 minutos. Fue extraída de la partitura de la película por Jean-Ives Limantour después de la muerte de Revueltas con la idea de hacerla como una sinfonía con 4 movimientos.

Debo mencionar que tal vez la música y la película no checan mucho en estilo. La trama parece que fue adaptada para el México de los años 30 mientras que la otra rescata ideas y sonidos de los pueblos mayas de antes de la conquista.
La instrumentación es un poco peculiar ya que como originalmente fue para la banda sonora de la película no necesitaba una orquesta de 75 o más músicos. Algunos instrumentistas se alternan con varios instrumentos en especial las 2 flautas y los 2 clarinetes, que cambian a 2 piccolos y 2 requintos.
Sólo hay 2 trombones, cosa poco común ya que por lo regular son 3. Pero tiene 13 percusionistas que tocarán en el último movimiento, es una de las obras con el mayor número de percusiones jamás escrita.

El primer movimiento presenta el tema en forma de fanfarria, como para anunciar los títulos de la película, pero va cobrando importancia poco a poco que lo va enganchando a uno en la obra musical. Luego hay una sección suave que nos da idea a la historia de amor de la trama de la película para luego regresar al tema inicial pero con más poder orquestal.
El segundo movimiento es de características de un Scherzo, se le tituló “Noche de jaranas”. Es de una complejidad rítmica a la manera de la Consagración de la primavera de Stravinsky.
El tercero “Noche de Yucatán” es el movimiento lento de la obra, por lo tanto muy romántico. Hay un pasaje en que la flauta, acompañada por una sonaja y un tambor, toca una melodía ancestral maya.
El movimiento final “Noche de encantamiento” es de un gran impacto por la innovación de unas variaciones rítmicas y de una cadencia o improvisación por parte de los 13 percusionistas. Estos están divididos en 5 grupos:
1. Bongoes, congas, Tom-Tom’s
2. Sonajas, güiro y tambor indio
3. Tumkul, Xylofono y Caracol
4. Tambor concuerdas, tambor sin cuerdas y gran caja
5. Timbales y Tam-tam

Después de las variaciones el tema principal del inicio de la obra regresa pero ahora con todas las percusiones a “full” creando así una de las obras de mayor excitación que jamás se hayan escrito!