Por: WOBI
El término “abierto” es rico en connotaciones y significados positivos. Se lo asocia con franqueza, libertad, flexibilidad, expansión, compromiso, compartir. Sin embargo, no es un adjetivo usado tradicionalmente para describir a las empresas; palabras como “insular”, “burocrática”, “jerárquica”, “hermética” y “cerrada” les cuadran mucho mejor.
En el siguiente artículo, Don Tapscott, una de las autoridades líderes en innovación, medios, y el impacto social y económico de la tecnología, revela las tres dimensiones para abrir realmente tu negocio. Las tres están relacionadas, pero son diferentes. ¡Descúbrelas!
Dimensión 1: La corporación cada vez más transparente
La globalización, las comunicaciones en tiempo real y la organización de la sociedad civil han cambiado las reglas del juego. Ahora, las compañías están sujetas a normas complejas y cambiantes establecidas por redes implacables de interesados, siempre listos a juzgar su conducta.
Pero ¿qué funciones corporativas deben incluirse en la gestión de la transparencia? ¿Cuáles deben ser abiertas y cuáles cerradas? ¿Quiénes deben tener acceso a la información y con qué frecuencia? Un puñado de compañías ha comenzado a plantearse estas preguntas. Best Buy, el minorista de electrónica de consumo, adoptó el principio de que sus clientes deben saber todo lo que sabe la empresa, incluidos datos de los niveles de defectos de sus productos. El presidente ejecutivo, Brian Dunn, dice que no se trata simplemente de una cuestión de generar confianza: “Los clientes tienen derecho a esa información”. Sin embargo, también las organizaciones tienen derecho a algo de secreto. Después de todo, hay secretos empresarios legítimos, y los empleados nunca deberían violar los acuerdos de confidencialidad. La transparencia debe referirse a la difusión de la información pertinente, definida como “la que puede ayudar a los interesados si la tienen, y perjudicarlos si no la tienen”.
Dimensión 2: Expandir las fronteras corporativas
La compañía tradicional, verticalmente integrada, es un animal paradójico: titanes del capitalismo como Henry Ford alabaron las virtudes del mercado, pero sus empresas funcionaron como economías planificadas. Las compañías de avanzada están haciendo sus muros cada vez más porosos y usando Internet para abrirse y aprovechar el conocimiento, los recursos y las capacidades existentes fuera de sus fronteras.
Después de establecer un marco para la innovación, invitan a clientes y socios a “co-crear” sus productos y servicios. En la mayoría de los rubros, las empresas pueden innovar y desempeñarse mejor mediante el establecimiento de esas “redes de negocios”.
Dimensión 3: Compartir la propiedad intelectual
El saber convencional dice que una empresa debe controlar y proteger los recursos e innovaciones que posee —especialmente la propiedad intelectual (PI)—, mediante patentes, derechos de autor y registro de marcas. Si alguien infringe su PI, tiene que contratar abogados para iniciarle un juicio. Muchas industrias aún piensan de esa manera.
Hoy está prevaleciendo una nueva lógica. Cada vez más, las empresas de electrónica, biotecnología y otros campos encuentran que mantener y defender un sistema de patentes de PI suele paralizar su capacidad para crear valor. Y las más inteligentes consideran a la PI como un fondo de inversión, mediante el cual administran una cartera equilibrada de activos de PI, algunos protegidos y otros compartidos.
En conclusión
Para los individuos y las pequeñas empresas, ésta es una era nueva y excitante, habida cuenta de que pueden participar en la producción y agregar valor a sistemas económicos de gran escala por vías que antes eran imposibles. Para las compañías grandes, las nuevas herramientas de colaboración constituyen formas novedosas de aprovechar el conocimiento, el talento y los recursos externos cuando las guía el objetivo de obtener mayor competitividad y crecimiento. Para la sociedad en su conjunto, podemos sacar provecho de la explosión de conocimiento, la colaboración y la innovación en los negocios, de modo tal de mejorar la calidad de vida y estimular el desarrollo económico de todos.
Por Felice Physioc, periodista de WOBI.com