Por: WOBI
¿Qué es una incubadora después de todo? Seguramente hemos escuchado las más variadas experiencias de empresas que se vieron catapultadas al éxito gracias al impulso de una incubadora. ¿Pero qué son y a qué se dedican realmente?
El concepto “incubadora” fue acuñado en los años 50’por Joseph Mancuso en Estados Unidos. Mancuso, luego de que su familia comprara en 1956 el espacio dejado por Massey-Ferguson, la industria más grande en ese entonces en Batavia, New York, dio un giro a la situación de desempleo promovida por Massey-Ferguson y comenzó a brindar asesoramiento sobre negocios y fondos a distintas empresas, en un mismo lugar. En su floreciente espacio convivieron desde una vinería hasta una compañía de pollos: y de allí el nombre “incubadora” que se ajustaba como anillo al dedo a la idea de incubar una idea para que se convirtiera en un negocio real y rentable.
Desde capacitación, asesoramiento científico y técnico, financiamiento y un amplio abanico de servicios que pueden ir desde contactos comerciales hasta marketing, las incubadoras no sólo brindan la posibilidad de poner un proyecto en marcha, sino que en muchos casos gracias a sus convenios con organismos internacionales y su exposición se han convertido en una vidriera para dar a conocer el negocio ya conformado.
Y su apoyo para los start-ups puede llegar a significar la diferencia entre mantenerse en el negocio o no, especialmente si tenemos en cuenta datos de la Comisión Europea y de la National Small Business Administration de los Estados Unidos (NBIA), que arrojan que más del 80 por ciento de los emprendimientos fracasa durante el primer año de vida, y la mitad de los que sobreviven termina desapareciendo cinco años después. Pero cuando se trata de start-ups incubadas, la tasa de éxito-fracaso se invierte: más del 80 por ciento sigue en el mercado después de su tercer año de vida.
El viejo modelo incubadora pudo haber requerido que el proyecto se instalara literalmente en el espacio de la incubadora literalmente. Pero con el advenimiento de Internet, y las empresas puntocom, el modelo migró a uno “virtual” cuyo asesoramiento puede realizarse de una forma mucho más amplia; mediante talleres, programas de entrenamiento, presentación ante posibles inversores, acceso a fondos, etc.
¿Pero qué obtiene la incubadora a cambio? No todas las incubadoras tienen los mismos objetivos, algunas pueden buscar participación societaria en la start-up, ganancias futuras o incluso incorporación de los productos de la nueva empresa a la cartera de sus inversores. Desde NBIA a su vez explican que las metas de una incubadora pueden incluso ser muy amplias, como proveer empleo para aumentar la riqueza de ciudades con economías deprimidas, o transferir tecnología desde las universidades y las grandes corporaciones.
Aquí, algunas incubadoras con impacto en diferentes partes del mundo.
Impulsa a emprendedores con proyectos de alto impacto de todas las industrias en regiones emergentes como Latinoamérica, África y Medio Oriente. Mediante servicios de asesoría estratégica y conexiones, Endeavor apunta a que sus emprendedores se conviertan en agentes multiplicadores. En 2011 apoyó a 148 empresas que generaron 17.000 empleos.
En 2012, 13 de las compañías Endeavor calificaron para la lista de Inc. 500, que rankea a las 500 compañías de más rápido crecimiento en USA, en los últimos tres años. Para calificar, las compañías deben crecer a un promedio de más del 100% por año en tres años consecutivos. Entre los “incubados” históricos de Endeavor se encuentra la empresa argentina de tecnología Globant y la mexicana Café Punta del Cielo. Ver reporte de impacto de Endeavor 2012, aquí.
Considerado uno de los programas más prestigiosos para emprendedores digitales que recién se inician en Estados Unidos, en 2005 Y Combinator desarrolló un nuevo modelo de fondos para start-ups. Su método consiste en que los proyectos se muden a Silicon Valley por tres meses, en lo que trabajan intensamente para dar la mejor forma posible a la compañía en cuestión y refinar su presentación para los potenciales inversores. ¿Uno de sus reconocidos start-ups? Dropbox.
Es una red global de start-ups y mentores para emprendedores tecnológicos. Su objetivo es globalizar el modelo de Silicon Valley. Incuban 1.000 compañías por año en 75 ciudades del mundo. Entre sus emprendimientos graduados se encuentran el sistema para compras en entorno Facebook, Ondango, con base en Alemania, y el sitio de venta y compra de autos online Autoreduc, de Francia.
Aceleradora de ideas o proyectos innovadores en tecnología del Grupo Telefónica. Desarrolla start-ups en España y Latinoamérica. Les brinda asesoría y financiamiento y después las suma a la cartera de productos de la compañía. Tiene 11 academias o centros funcionando y se apoyaron más de 140 nuevas empresas, cuyos productos fueron usados por 300 millones de clientes de Telefónica. Con un capital disponible de más de US$ 393 millones, cada start-up puede recibir entre US$ 30.000 y US$ 70.000 de manera inicial, con opción a nuevas inyecciones de capital. Forma parte de su lista de emprendedores la red social de finanzas española Impok.
Creada bajo el patrocinio del Príncipe de Gales, actual presidente de la fundación, apoya a emprendedores de entre 18 y 35 años. Brinda capital, entrenamiento, mentoring y acceso a asociaciones comerciales para desarrollo y expansión. Entrega el premio al Emprendedor del Año, que consta de US$ 5.000 dólares. Apoyó a más de 100.000 jóvenes desde su creación. El 70 por ciento de estos negocios siguen operando con éxito. Invierte US$ 162 millones anuales. Uno de sus emprendimientos promovidos es Karton Chernozemie, iniciativa rusa que recolecta, separa y recicla desperdicios de hogares, y cuyo creador Igor Zaboev fue considerado Emprendedor Ambiental de 2012.
¿En busca de la incubadora que le dé el impulso a tu proyecto? Te dejamos con algunos tips para emprendedores en la búsqueda.
Por Sabrina Gaete, periodista de WOBI.com