Redescubriendo América Latina

#WOBI

Mucho hemos escuchado en los últimos años acerca de los mercados emergentes, su posición ante el resto del mundo y las oportunidades que representan, tanto para sus países de origen como para sus competidores. De la misma forma, hemos escuchado durante años acerca de la “fuga de cerebros,  que desde regiones como América Latina se ha producido hacia Estados Unidos o Europa. Incluso el periodista especializado en América Latina,Andrés Oppenheimerha pronosticado una de las mayores fugas de cerebros desde los países emergentes, a corto plazo, y en el marco de recientes medidas de apertura al talento por parte del presidente Barack Obama.

Sin embargo, del otro lado del océano Atlántico, las condiciones económicas en Europa parecen estar planteando un escenario diferente desde hace ya un tiempo, lo que ha generado un espacio propicio para que sus talentos emigren hacia regiones como América Latina. A continuación, conoce más sobre una tendencia que está redescubriendo, cada vez más, las oportunidades que puede brindar América Latina.

Un reciente artículo de The Economist detalla un panorama para muchos impensado, al menos algunos años atrás: talento extranjero que busca su lugar en América Latina. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a encontrar las clásicas “parrillas” porteñas en países de Europa; o las típicas tiendas de tacos mexicanos en Estados Unidos, comenzamos a ver otra tendencia que refleja la inmigración de talento y trabajo desde Europa hacia América Latina. Con la reciente presencia de bares de tapas españoles en México, y panaderías portuguesas en Brasil, The Economist ejemplifica una tendencia que refleja el crecimiento que muchas de las economías de América Latina han tenido en el último tiempo, en contraste con la crisis que actualmente se vive en parte de Europa.

“La migración neta desde México hacia los Estados Unidos se ha reducido hasta prácticamente cero”, asegura el artículo de The Economist. A la vez que señala que más de la mitad de los jóvenes en España están desempleados, por lo que el número de jóvenes que emigran hacia América Latina cada año se ha triplicado en los cinco años previos a 2011. Este último es un escenario que apela a la memoria, al menos de muchos argentinos (esta blogger incluida), que en los años 2001 y 2002 vieron partir a muchos de sus compatriotas hacia España, en busca de una oportunidad para que su talento sea reconocido. Un dato que no es menor, respecto de los inmigrantes españoles en Argentina, es que “envían a su país más de mil millones de dólares por año, cuatro veces más que lo enviado por los argentinos desde España”.

Más allá de la situación económica de algunos países, que puede estar empujando a sus talentos hacia otros horizontes, la proliferación de start-ups en países como Chile también ha llamado particularmente la atención de talentos alrededor del mundo. Tal como lo viene experimentando Silicon Valley en San Francisco, Chile ahora ha sido señalado como uno de los próximos “Silicon Valley” y así te lo contábamos en el blog de WOBI. También desde la consultora CT Partners en Chile, han señalado el crecimiento de este polo de atracción de ejecutivos. ¿Algunas cifras al respecto?  En España, siete de cada diez ciudadanos estarían dispuestos a cambiar su lugar de residencia para encontrar trabajo, según la consultora Randstad, y uno de los tres destinos preferidos por ellos es Chile.

Otro de los aspectos que intervienen en esta tendencia, es la incapacidad de algunas naciones para cubrir ciertos puestos de trabajo con talento local. Esto, inevitablemente, va de la mano con las deficiencias educativas y de formación que aún son muy marcadas en países de América Latina. Tal es el caso de Brasil, que por este motivo, además de su creciente economía, se ha convertido en otro de los destinos preferidos de los inmigrantes calificados. Según ha señalado Andrés Oppenheimer, “sólo alrededor del 14 por ciento de los estudiantes latinoamericanos estudian ciencias e ingeniería, y no hay ninguna universidad latinoamericana que figure en los principales lugares de las mejores 150 universidades del mundo”. Lo que constituye una de las mayores deudas de la promesa latinoamericana como mercado emergente: la educación de alto nivel.

Como concluye Oppenheimer acerca de este tema, los países latinoamericanos podrían aprovechar aún más esta situación e insertarse en la nueva economía global del conocimiento. ¿Cómo? Aumentando sus convenios de titulación conjunta con universidades extranjeras, ofreciendo mejores condiciones de trabajo a sus graduados en el exterior, y creando un clima de negocios más amistoso hacia los inversores en alta tecnología. De esta manera, el concepto que alguna vez se instaló como “fuga de cerebros”, podría convertirse en una “circulación de cerebros”, como lo han logrado con éxito China, India, Taiwán, Corea del Sur y otros países.

Después de todo, como explica el emprendedor Raúl Rivera en nuestro video del día, América Latina constituye la cuarta economía del mundo, y se ha convertido en la región más desarrollada del mundo emergente. ¿Por qué entonces esperar menos de América Latina? Según Rivera, la clave estará en encontrar un camino al desarrollo que no repita los errores de Estados Unidos y Europa, que nos lleve a un nivel de prosperidad alto y sustentable, que sea un ejemplo para el resto del mundo emergente.

¿Crees que lo logrará?

Por Sabrina Gaete, periodista de WOBI.com