Yo vi Led Zeppelin: Celebration Day

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Después de dar su separación en 1980, Led Zeppelin reunió sus miembros originales que aún están con vida y volvió a pisar un escenario el 10 de diciembre de 2007 en el O2 Arena de Londres.

A los fanáticos poco le importa que ese show en el que Robert Plant, Jimmy Page y John Paul Jones tocaron con el hijo del fallecido John Bonham, Jason, haya sido organizado para recordar a Ahmet Ertegün, el fundador de la discográfica Atlantic Records que murió en 2006. Para los 18 mil afortunados que pudieron ser parte del recital, esa noche fue mágica porque pudieron ver en acción -para muchos, por primera y única vez- a tres leyendas del rock. Y Led Zeppelin Celebration Day, es el registro fílmico de esa fecha que hasta el sábado va a hacer posible que el resto de los mortales que no tuvieron la suerte de esos 18 mil sientan la fiebre rockera de esa noche londinense en una sala de cine porteña.

 

Bajo el mando de Dick Carruthers -trabajó con Oasis, The Killers, Keane, Michael Bublé, entre otros-, Led Zeppelin Celebration Day pone el foco en transmitir lo que vivieron los integrantes del cuarteto sobre el tablado del O2 Arena. Desde el comienzo con “Good Times Bad Times”, pasando por uno de los primeros highlights “Black Dog” hasta los bises, casi que se puede notar en sus gestos y miradas, que Plant, Page y Jones se van soltando y van encontrándose en cada riff, en cada acorde, en cada canción. Mientras tanto, Jason Bonham demuestra que las horas dedicadas a estudiar las grabaciones en las que se lucía su padre, sirvieron para estar a la altura en una cita tan importante: sentarse a la batería de Led Zeppelin y que un estadio dé una ovación luego del golpe final.

También para los puristas, hay algunos primerísimo primer plano como por ejemplo cuando se poncha a los dedos de Page bailando sobre las cuerdas de sus guitarras, cuando toca con la ayuda de un arco de un violín en “Dazed and Confused” o cuando suma un theremin a “Whole Lotta Love”.

Lo que fue esa noche está retratado de manera literal. Hay muy pocos efectos a lo largo de Celebration Day. Por momentos, hay imágenes desde el público que se ven en otra calidad, mezclando el espíritu de “The Song Remains the same” -la película grabada durante los shows de los británicos en 1973 en el Madison Square Garden de Nueva York- con la obsesión 2.0 de la gente que cuando va a un recital en estos días lo graba con su cámara pocket o smartphones.

Hay uno que está de más: en algunos planos, sobre el fin de algunas estrofas, la imagen va perdiendo velocidad mientras la canción no pierde fuerza. Cada músico se luce en ese momento, pero no es necesario darle ese tono épico cuando lo que se reproduce en la pantalla ya de por sí es un hecho importante: Led Zeppelin estaba tocando a casi 30 años de su última presentación. Eso ya fue histórico.

Respecto al sonido, en la sala que yo vi Led Zeppelin Celebration Day -una cadena de cines ubicada en Caballito- le faltó algo de power. Aunque por momentos quería, la potencia de las canciones se perdía entre las butacas. Quizás ese sea el único detalle que le reste al film, pero de ninguna manera llega a ser motivo como para no ir a verlo, si podés este sábado o si se llegan a sumar más funciones en los cines argentinos. Salvo que en tu casa tengas un proyector HD, un soundsystem envidiable y te compres la versión en DVD o Blu-Ray que sale a la venta el 16 de noviembre.

Emilio Zavaley