Por: TeleShow
Cuando era chico la televisión se emitía en blanco y negro, no existía el cable y hasta hubo años en los que solo se veía en algunos horarios, por orden del gobierno, para ahorrar energía eléctrica. Una de las series que se emitían con gran éxito en ese entonces, además de Los Tres Chiflados, El Chavo o Tarzán, para citar algunas, era Los Locos Addams, una extraña comedia que se grabó en los Estados Unidos entre 1964 y 1966 y que sorprendía gracias a sus personajes adorables. Luego llegaron los dibujitos animados y las películas, aunque siempre me quedó el gran recuerdo de aquel programa de Carolyn Jones y John Astin.
Anoche tuve la oportunidad de ver, en Calle Corrientes, el estreno de la versión argentina del musical de Los Locos Addams, protagonizado por el “Puma” Goity, Julieta Díaz, Laura Esquivel y Santiago Ríos, entre otros. Y hasta me di el gusto de ir con mis hijos de 7 años, quienes se sorprendieron con los personajes, como me pasaba a mí a la edad de ellos.
El espectáculo tiene mucho humor, música, y una gran puesta en escena, sin contar el aporte que entrega la orquesta en vivo. Más allá del guión original, la obra aporta diversos “chistecitos” locales, como por ejemplo el peluquín de Silvio Soldán, y nuevas costumbres, como el excesivo uso de Facebook en los chicos.
Julieta Díaz y el “Puma” Goity se lucen con sus divertidas actuaciones y hasta entonan casi a la perfección sus momentos musicales. Sin embargo en esta materia saca ventaja Laura Esquivel, que logra levantar al público cada vez que lanza alguno de sus agudos, con la voz angelical que la hizo sobresalir en aquel 30 segundos de fama de ShowMatch y que la llevó a protagonizar Patito feo.
El resto del elenco también tiene una destacada participación, como cuando Santiago Ríos, vuela sobre el escenario para demostrarle todo su amor a la luna. Incluso “Dedos” y el “Tío Cosa”, que apenas aparecen unos segundos, también logran despertar risas entre el público.
Durante todo el desarrollo del musical se pone en duda quiénes son los normales y quiénes los distintos. ¿Acaso es normal el que vive fingiendo?, ¿o lo es quien vive con total normalidad su “locura”? .
Es cierto que los Addams son extraños, oscuros, amantes de la muerte y de los monstruos, pero aún así se hacen querer y demuestran que viven un amor verdadero. En contraposición de la familia Beineke, que parece carecer de afectos.
Un gran espectáculo, para recomendar, tanto a los nostálgicos como para quienes nunca vieron nada de Los Locos Addams. Eso sí, vayan practicando el chasquido de dedos, es fundamental para acompañar la famosa cortina musical.
Ariel Wolman
@arielwolman