Por: Pablito Martín
:: Buenas y salsas gente linda, otra semana nos encuentra en el camino de la alimentación sana y consciente. En estos últimos días mucha gente me escribió porque creía que comer sano era sinónimo de aburrido, insulso y feo. Pero luego de probar varias recetas de mi 4° libro (La Re-Evolución de la cocina) se dieron cuenta que eso era mentira. Por eso antes que nada me voy al winco a poner un disco de pasta de “El club del Clan”, y mientras suena el primer tema caliento el agua para los matecitos de Pablito.
:: La primera pregunta es: ¿Por qué una persona de tan solo treinta años va hacerse un chequeo y le descubren que tiene hígado graso? ¿Por qué esa misma persona debe hacer una dieta estricta libre de grasas y llena de avena, fibra, semillas, etc.? Y para ir terminado con las inquietudes, ¿Por qué ese mismo individuo al realizarse otro chequeo médico y darse cuenta de que los niveles de “colesterol malo” bajaron decide volver a comer grasas saturadas y demás cosas? ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿Por qué…? Hay cosas que no entran en mi cabeza, y ésta es una de ellas. Es posible que no sepamos comer sano, es posible que no nos alimentemos correctamente porque vivimos en un mundo donde “el correr para todos lados es normal” y también es posible que no le dediquemos el tiempo necesario a nuestra alimentación. Pero lo que NO ES POSIBLE es no aprender de los errores. Con esto quiero decir que cada uno puede decidir el qué come día tras día, pero cuando se le descubre una enfermedad tan delicada como tener “hígado graso” no puede mirar hacia el costado y seguir con su vida como si nada.
:: Por ejemplo estudios realizados por el Instituto de Medicina Interna en Hungría, demuestran que el 30% de las enfermedades hepáticas no son ocasionadas por el consumo de alcohol ni por la presencia de algún virus, sino por el exceso de grasa en el hígado. O sea, ¿siempre te preocupas por lo que comes?
:: Algunos de los principales factores de riesgo que se asocian al hígado graso son:
La diabetes mellitus, el aumento de triglicéridos en la sangre, la obesidad, los cambios bruscos de peso (a causa de dietas sin control médico), o tener un historial familiar con esteatosis.
:: Por eso mis queridos “chichipies” (gracias TATO) los alimentos que comemos y el hígado están relacionados siempre porque todo lo que ingerimos tiene que pasar por este órgano tan importante antes de llegar a otras partes del cuerpo. Por este motivo tan básico la buena alimentación puede ayudar a mantener un hígado sano. O sea, a seguir con una vida sin estrés, más tranquila y divertida, y a seguir eligiendo lo qué comemos con el corazón y no tanto con los ojos.
:: Sigan proponiendo ideas en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor información www.pablitomartin.com.ar o en mi cuarto libro de cocina “La Re-Evolución de la cocina”. Y recordá que “somos lo que comemos, y lo que hacemos”. ¡Hasta la próxima!
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
Twitter: @PablitoCocina
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:: Lasagna vegetariana
INGREDIENTES (6 porciones)
- Masa integral para lasagna: 1 paquete
- Tofu orgánico: 250 gramos
- Espinacas: 1/2 kg.
- Diente de ajo: 2
- Cebolla: 1
- Pimiento (morrón): 1
- Tomates: 5
- Orégano y/o tomillo: Cantidad necesaria
- Pimienta y sal: Cantidad necesaria
- Semillas varias: 50 gramos
- Salsa blanca o bechamel: 400 cc
- Levadura nutricional: 100 gramos
- Aceite de oliva: 2 cucharadas
PROCEDIMIENTO
Fijate la forma de cocción de la masa para lasagna porque algunas necesitan ser remojadas, hervidas, etc.
Cortá la cebolla y el pimiento en cuadraditos chiquitos.
Cociná la espinaca al vapor durante 1 minuto. Cuando esté fría picala.
Cortá el tofu en cuadraditos.
Picá el ajo.
Cubeteá 3 tomates y los otros 2 cortalos en rodajas finas.
Tostá las semillas y molelas.
En una sartén o cacerola dorá la cebolla y el pimiento con aceite, pimienta y sal. Luego incorporale el ajo, la espinaca, el tomate cubeteado, el tofu, orégano y/o tomillo y cociná por espacio de cinco minutos. Apagá el fuego, agregale las semillas y rectifica la sazón.
Ahora es el momento de armar la lasagna:
Primero prendé el horno para calentarlo. La idea es hacer una capa de cada cosa, por lo tanto en una fuente para horno poné una capa de masa, luego una de relleno, después una de salsa bechamel. Repetí la cantidad de veces que sea necesario. Por último te tendrá que quedar la capa de salsa blanca y por encima cubrí con las rodajas de tomate, la levadura y un poquito de pimienta.
Cocinalo en el horno (a temperatura media) por espacio de 10 minutos.
Receta extraída de mi primer libro “con probar no perdés nada”. Editorial: Tetraedro.
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.