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Por: Miguel Rothschild

Desconozco el Perú Andino, pero ahora tengo una referencia del Perú mas costero sobre el Pacífico. Mucho me impresiona las enormes extensiones áridas y desérticas. Vegetación achaparrada, ausencia de animales y enormes montañas de arena muy oscura y/o grandes configuraciones rocosas. De tanto en tanto algún vallecito donde el agua hace milagros, entre tanto desierto un pequeño oasis verde, con minifundios y esporádicamente algún animalito.

Se observa mucha pobreza, pequeñas construcciones desordenadas al costado de la ruta y de tanto en tanto un” Grifo” es decir estación de servicio.

Hoy viajando solo de Chiclayo a Piura y con destino final en Tumbes hice una conexión potente conmigo mismo. Me retrotraje a mi infancia cuando me asaltaba la idea de “caminar” y de golpe me di cuenta cuántos años habían pasado desde que comencé a soñar hasta que pude atrapar el sueño. Me sentía raro viajando solo, pero nunca con miedo. Hoy el celular y las distintas maneras de estar comunicado, son el bálsamo necesario para estar muy tranquilo.
Decidí ordenarme en forma estricta con respecto al plan duna el día. Decidí no violar ninguna norma de tránsito. La policía caminera en Perú es implacable. Decidí no comer ” comida basura” dentro del auto y por ultimo cada 250 km elongar y caminar.

Ese orden y pequeña disciplina me alivio, ya que me obligo a estar más concentrado- así y todo me lleve puesto 3 lomos de burro tremendos, puestos casualmente en lugares donde al menos yo, no vi ninguna señal de aviso¡! Eso me dio bronca y me asusto, ya que además de llegar al objetivo final, tengo que cuidar la máquina.
Fue una jornada larga, 535 km pero muy positiva en términos personales.

Mañana espero pasar a Ecuador para lanzarme a la conquista de Cuenca y Riobamba.
Hasta mañana!