Por: Ignacio Damonte
Mover la pelota, encontrar el hombre abierto, saber que el juego en equipo es mucho más efectivo que el individual, querer el lucimiento del compañero antes del propio. Esas son sólo algunas de las tareas que San Antonio realiza a la perfección. Juegan el básquet que nos gusta a todos. Y mal no les va…
Esta temporada parece un “deja vu” de la anterior. Otra vez, los especialistas dudaban de la durabilidad de los Spurs. Otra vez, esgrimían como principal justificación la edad de sus estrellas y la falta de renombre en el banco. SA demostró que todos están equivocados.
Esta nota surge tras la exhibición que vi ayer del equipo de Popovich ante los Charlotte Bobcats. Fue un triunfo tranquilo, que llevó la marca indeleble de los últimos años del núcleo formado por Duncan, Ginóbili y Parker: ganaron, como visitantes, 132 a 102. Pero el dato estadístico que remarco y el que me llevó a analizar el juego de SA fueron los 19 triples que lograron, número histórico para la franquicia.
En el video que acompaña el post, se puede ver cada uno de los tiros perimetrales. Cuando digo mover el balón, bueno, estas imagenes son el mejor material que un entrenador podría mostrarle a sus dirigidos. El pase extra, ese que permite encontrar a un compañero abierto, sólo llega si el balón se mueve de adentro hacia afuera. Un ejemplo, es uno de los siete triples anotados por Green: Duncan, dentro de la pintura, tenía un tiro con oposición, de esos que lo convirtieron en súper estrella, pero prefirió pasar a Danny, que abierto en la esquina mantuvo su mano caliente. Así es como se debería jugar al básquet.
http://youtu.be/9Px-uRTYm4g
Además del gran nivel más allá de la línea de tres, los texanos alcanzaron su victoria más holgada de la temporada, superaron el 55 por ciento de efectividad en todos sus tiros, la banca anotó 67 puntos, el jugador con más minutos fue Nando de Colo y ningún jugador superó los 12 intentos al aro. Todos estos datos marcan que los Spurs son un equipo con infinidad de armas en distintos aspectos del juego. Es como dicen sus rivales, con San Antonio tenés que elegir qué veneno te matará, porque sin dudas alguno lo hará.
La temporada hasta aquí ha sido casi perfecta. Es la franquicia con mejor récord y la que primero llegó al número de 17 victorias. Suman un registro de 10-2 como visitantes, ganaron 9 de los últimos 10 partidos. Todo esto en un inicio plagado de lesiones: Ginobili, Blair, Jackson, Leonard y Green han sido bajas en distintos momentos.
En el medio de la cuestión basquetbolística, cabe mencionar que el calendario no le ha sido muy benévolo que digamos a SA. En el mes de noviembre, tuvo dos giras como visitante que desgastan a cualquiera. En la primera recorrieron la costa oeste para medirse ante los Clippers, los Kings, los Blaizers y los Lakers. En la segunda hicieron lo propio, pero en la banda este de EE.UU, enfrentando a Boston, Indiana, Toronto, Washinton, Orlando y Miami. Uno de los relatores del equipo, Sean Elliot (excampeón con Spurs) ha confesado que desde que está en la franquicia, este ha sido el comienzo más duro, con giras extenuantes y muchos partidos en noches consecutivas. Por si alguno no lo sabe, Popovich ya ha metido mano en la rotación y decidió sentar a sus figuras ante los Heat, provocando un enojo de la NBA y una posterior multa.
En definitiva, San Antonio nada contra la corriente. Con su ofensiva efectiva y defensiva sacrificada, ha alcanzado (otra vez) cerrar la boca de los especialistas y demostrar que con trabajo duro, constancia, perfil bajo y compañerismo, todas las paredes puede ser derribadas.