Por: Camila Ogallar
De mi vida en argentina extraño varias cosas, a pesar de cómo está todo hoy, y que todo el mundo te dice: “qué suerte que tienen de estar viviendo afuera”, ya sea, por la inseguridad que se vive, por la situación económica, porque la libertad cada vez es menor o por lo que sea, igual se extraña. Es el país en dónde me crié, dónde crecí y aprendí todo lo que sé. Es el lugar donde está mi familia y mis amigas. Es mi bandera y mi cultura. Es dónde conocí a mi marido. Es mi orgullo varias veces, y muchas otras es tristeza e impotencia.
Extraño la calidez de los argentinos, extraño sentirme parte de un país, y no una extranjera.
Extraño el hábito de juntarse, con amigos o con familia, extraño el tercer tiempo.
Extraño a mis papás y a mis hermanos todos los días, extraño la comida familiar de la noche, con los chistes de mi hermano, anécdotas del día, y algunas que otras discusiones.
Extraño sentirme un poco mal, y ya tener a mi mamá persiguiéndome para que tome algún medicamento (ahora hago lo mismo con mi marido).
Extraño a mis tíos y a mis primos, y los comentarios del personaje de mi abuelo.
Extraño llegar a mi casa, y que siempre haya alguien. Extraño ese llamado por teléfono o esa tocada de timbre de alguna amiga.
Extraño ser siete amigas alrededor de una mesa, sin poder escuchar ni contar algo porque todas hablamos al mismo tiempo, extraño a esa amiga que pone orden y turnos para hablar, y que me reta porque no los respeto.
Extraño a mi amiga multifacética, que se convierte en psicóloga, chófer, wedding planner, rr.pp, todo depende de la ocasión y de lo que yo necesite en ese momento.
Extraño a ese grupo de parejas, originariamente amigos de mi marido, que sus novias se convirtieron en amigas de fierro. Éramos “los 6”, ahora ya somos 7.
Extraño a mi sobrina, extraño compartir con ella el día a día, y disfrutarla como crece, tan buena, y tan llena de luz y alegría.
Pero aunque extrañe, hoy no me puedo imaginar ni en otro lugar, ni siendo más feliz. Agradezco todo lo que me está pasando y lo que estoy viviendo. Para mí viajar te nutre el alma, y París te la nutre constantemente. Soy muy feliz de tener esta oportunidad en mi vida, y ni más ni menos que junto a mi marido.
Compartir todo esto con la persona que más quiero, es lo mejor que me puede pasar. Porque junto a él, todo es más lindo y mejor, y todo es menos malo y menos triste.
Mini Crónica de esta semana: nieve y más nieve!, por lo tanto, partido suspendido. Llegó al equipo un nuevo jugador, es argentino y vino con la novia, mejor imposible, se va agrandando el grupo. Con la nieve, también llegaron los soldes!