Si bien en las ultimas horas la polémica por las supuestas “DIAPOSITIVAS ROSWELL” cobró una intensidad inesperada y varios investigadores llegaron a descifrar independientemente el cartel a los pies de la momia presentada en las imágenes, lo que termina de poner la tapa al caso es que Anthony Bragalia (uno de los primigenios promotores del material) acaba de reconocer que la “reconstrucción” del cartel en la vitrina es correcta y que se trata de los restos de un niño de dos años: “Este es un serio caso de identidad equivocada y acepto todas las consecuencias”.
A PONERSE EN CONTEXTO
Como dije varias veces, las primeras noticias sobre estas diapositivas me llegaron allá por el año 2012, cuando Jose Antonio Caravaca me dio la primicia para el habla hispana de que algo importante estaba sucediendo. Por aquel entonces estaba en contacto con el mismo Anthony Bragalia, quien llegó a decirle que el “cuerpo de este ser extraterrestre” se mostraba rodeado de lo que parecía ser el contexto de un campamento militar, o algo por el estilo. Caravaca mismo fue descubriendo poco a poco las mentiras que rondaban el caso y desentrañando los misterios del evento que, supuestamente, iba a acabar con el misterio de las visitas extraterrestres a nuestro planeta. De hecho, poco tiempo después, el español ya se mostraba extremadamente escéptico respecto al material.
Luego, llegó la noticia de que Jaime Maussan presentaría las diapositivas en México (en el medio Bragalia fue despedido del grupo de investigación) y el revuelo fue importante. La figura del periodista azteca, deteriorada por varias evidencias de corte surrealista presentadas como reales (siempre pienso que ha sido traicionado en su buena fe), no cuadraba con el hecho de hacer público un material no solo delicado sino histórico, en el caso de que fuera realmente uno de los tripulantes del famoso aparato caído en Roswell aquella primera semana de Julio de 1947. Personalmente, pensé que sería una buena oportunidad para que Maussan dejara atrás tiempos oscuros y volviera con renovadas fuerzas a presentar material de calidad, pero claro, todo se iba a complicar.
MIS COMUNICACIONES CON MAUSSAN
Primero en un debate con José Antonio Caravaca incluido, triangulando Argentina, España y México y más tarde en una entrevista que terminó de modo abrupto -ya que decidí cortarle el teléfono tras soportar una catarata de agravios como respuesta a mis consultas-, las comunicaciones con Maussan dejaron algunas cosas en claro.
En el primer contacto el evento Be Witness todavía estaba en preparativos y solo se contaba con una copia borrosa de una de las diapositivas extraída de un documental público. Así, Jaime Maussan se dedicó a tratar de “pirata” a Caravaca y no se cansó de repetir que la imagen que circulaba era “grotesca”, parte de un plan malintencionado con el supuesto objetivo de destruir su reputación. En ese momento, sin las pruebas en la mano, Caravaca se limitó a preguntar por aquello que a todos nos hacía ruido, incluyendo las dudas del propio Adam Dew, periodista deportivo que pusiera las transparencias en escena. Jaime Maussan atacó a Caravaca y luego dijo que la opinión de su socio era “irrelevante” ya que no era un experto en nada. Sin embargo, por seguro que se mostrase la mayor parte del tiempo, Maussan si dejó entrever sus propias dudas y cito textual: “Hemos llegado a la conclusión, además de la investigación realizada en cuanto a quién tomó estas imágenes, como y cuando, de que se trata muy probablemente… es difícil afirmarlo, pero es muy probable por el tiempo y el espacio y forma, de que se trate de las imágenes de uno de los seres que fueron encontrados en Roswell”.
El segundo contacto fue el jueves pasado, apenas 48hs tras la presentación mundial de las diapositivas. En esta ocasión hablamos también con la participación de Jose Salse, Jefe del Departamento Forense del Ejército de México. Este mismo señor había expuesto su opinión en el evento Be Witness y respondió de buena gana todas las preguntas que le pude realizar. Basicamente, destacaba 8 supuestas anomalías que, combinadas, lo habían llevado a descartar la posibilidad de que se trate de un ser humano momificado. Si, reconoció, aquello era la momia de “algo”, pero insistió en que aquello había sido conservado artificalmente, basándose en unas manchas blancas y en la coloración de la piel. Claro que pregunté por la posibilidad de estar viendo un niño con hidrocefalia, pero esto fue descartado de plano por el mismo Maussan aduciendo que nadie con una cabeza de ese tamaño podría sobrevivir mucho tiempo, lo que me resultó interesante y hasta divertido. Por eso pregunté por los casos de niños con hidrocefalia que viven mucho más que unos meses y el forense me respondió que aquello responde a procedimientos quirúrgicos que serían muy difíciles de encontrar antes de 1947.
“En ninguno de los dos tipos de momificación, sea natural o artificial, existe la impronta de las equimosis son los traumatismos que se causan por un accidente a alta velocidad o de gran fuerza o impacto”, me dijo Jose Salse. Las equimosis no son otra cosa que moretones, hablando claro, y es en este punto en el que recordé cuando se dijo que el cuerpo de la imagen tenía los rastros de haber sufrido un accidente “como el de Roswell”. No soy forense y mucho menos un científico, pero aplicando el sentido común, un traumatismo de alto impacto también puede ser fruto de una caída desde un precipicio o, lisa y llanamente, de un asesinato violento. Claro que si hablamos de moretones solo basta con tropezar en casa o en la vereda. Dicho esto, continué indagando sobre la posibilidad de que se tratase de un homínido primitivo desconocido, lo que se me negó también aduciendo que ese cuerpo “no tiene características de homínido”. Más especificamente Maussan, destacó la supuesta ausencia de glándulas mamarias y rodillas, además de insistir con el tamaño de la cabeza. Más tarde, Alex Chionetti, incansable investigador de los secretos andinos, me confirmó desde Estados Unidos que en muchísimas momias pudo observar la ausencia de glándulas mamarias y yo, personalmente, no pude evitar ver algo parecido a una rodilla a mitad de la pierna visible.
Miguel Angel Pumilla continuó con las preguntas al forense y hasta se le permitió a Maussan (algo inédito) que le pregunte a Jose Salse, por las cosas que a él le interesaba que diga. Pero vamos a ser más analíticos y serios por un momento, porque creo que el tema lo merece. Cuando un descubrimiento se confirma, en el ámbito científico al menos, este viene acompañado de un trabajo enorme (a veces de una vida), que propone una visión renovada o completa de algo en lo que ya se venía trabajando, incluso por generaciones. Se buscan pruebas, se realizan testeos, se analizan los materiales, se encarga a equipos independientes confirmen el descubrimiento, se analizan las comparativas y solo luego de estos y muchos otros pasos se da a conocer algo que bien puede ser refutado de inmediato o a través del trabajo de generaciones posteriores.
Así, y en el caso de manuscritos, fotos, monumentos y hasta restos humanos históricos (o prehistóricos), vemos como las fechas de datación van cambiando al perfeccionarse las tecnologías y mejorar el contexto en el que los investigadores sitúan un cacharro, una pirámide o una momia. Esto, de espectacular a los ojos del gran público quizás tenga poco pero es importante. El dato mínimo, sin forma ni vuelo artístico de la confirmación o refutación, del quanto o de el carbono 14, no generan exclamaciones en las masas a no ser que estén acompañados de una buena historia, porque, como lo marcaba Frederic Nietzsche, muchos aman las formas, legado de una cultura quizás más primitiva. Sin embargo, con una buena historia no siempre alcanza, ni para embellecer el dato duro ni para probar o confirmar que tal cosa es lo que se dice que es.
Entonces tuve la buena idea de preguntarle a Jaime Maussan porqué no se habían hecho estudios cruzados con grupos independientes de investigación previo al evento. Primero ignoró respondiendo lo que quiso, cambiando de tema. Más tarde dijo que el material iba a estar a disposición de todo el que quisiera investigarlo. Hacia el final y ante mi insistencia, decidió atacar acusándome de “no ser objetivo” y “haberle tendido una emboscada”. Esto derivó en un cruce que fue subiendo el tono hasta que tras preguntarle mil veces si lo que se ve en las diapositivas es extraterrestre no pudo más que responder: “Yo no puedo afirmar lo que no se”. Curioso, ya que previo al evento y como se muestra en un video aquí debajo, él mismo había afirmado que era un ser de “otro mundo”. Al final, los agravios de Maussan me llevaron a cortarle la comunicación por respeto a los oyentes, no se merecían aquel espectáculo dantesco. Y todo por una simple pregunta de rigor pero que, vistos los acontecimientos de las ultimas horas era la clave del misterio.
LEYENDO CARTELES, DE MOMIAS
Ayer, en esta misma sección de Ciencia y Misterios, tuve el gusto de publicar los resultados de los PRIMEROS ANÁLISIS INDEPENDIENTES sobre las imágenes, justamente lo que le pedía (casi a gritos, debo reconocer) a Jaime Maussan. Resulta que el cartel junto a la momia (si, es una momia), resultó develador:
CUERPO MOMIFICADO DE UN NIÑO DE DOS AÑOS
En el momento de la sepultura del cuerpo estaba vestido con un algodón xxx-xxx
la camisa. Envoltorios funerarios consistían en estas pequeñas mantas de algodón.
Prestados por el SR. Xxxxxx, San Francisco, California.
Este análisis fue realizado primero por el equipo al que pertenece Jose Antonio Caravaca y luego confirmado, de manera independiente, por el investigador Jeff Ritzmann. De este modo, se llegó a la conclusión de que lo que muchos veíamos era la realidad. Un cuerpo momificado de un niño, ni más ni menos (puedes revisar los análisis en mi entrada de ayer, aquí>>).
EL DETONADOR QUE VIENE A OFICIAR DE LÁPIDA
El análisis independiente del cartel fue tan contundente que llevó, como dije al principio de este reportaje, al mismo Anthony Bragalia a reconocer que en realidad se trató de un malentendido, de una identificación errónea: “Este es un serio caso de identidad equivocada y acepto todas las consecuencias”, dijo, antes de agregar de que le habían dicho que las imágenes habían sido analizadas por el mismo equipo que analizó la Sabana Santa de Turín y que hasta habían sido enviadas al “equipo de interpretación del pentágono” como copias de alta resolución, para ser analizadas por los mejores equipos de corrección de desenfoque en el mundo. “Solo puedo conjeturar que el señor Adam Dew no proveyó a estos expertos con copias de la más alta resolución”, agregó, antes de mencionar que ha localizado un texto con confirma lo que expone el cartel: “Una espléndida momia fue recibida por el Museum Park recientemente cuando el Sr. SL Palmer Jr. de San Francisco devolvió una que su padre había sacado de las ruinas en 1894. La momia es la de un niño de dos años y se encuentra en un excelente estado de conservación. En el momento de la sepultura del cuerpo estaba vestido con una camisa de algodón por encima y tres pequeñas mantas de algodón. Los fragmentos de éstas siguen estando en la momia” (MESA VERDE NOTES. September 1938 Volume VIII, Number 1.)”.
Alex Chionetti, ya había adelantado que no solo era una momia, sino que estaba siguiendo una pista que lo llevaba a San Francisco. Además me había advertido del tremendo parecido de las imágenes con los estilos de momificación habituales de las culturas AMERICANAS. Dicho esto, debo agregar que Bragalia, en su declaración, pidió disculpas: “Pero más que nada, debo ofrecer mis sinceras y profundas disculpas a los Nativos Americanos del Sudoeste de los Estados Unidos. Uno de sus hijos, un niño muerto hace ya bastante más de una centuria, fue convertido en espectáculo”.
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES
Creo que tengo el estómago complicado. Por un lado me hace feliz saber que existen investigadores honestos que llevan la búsqueda de pruebas al extremo de obligar a quienes nos mienten en la cara a decir la verdad. Sea por vergüenza o casi obligación. Por el otro lado me descompone pensar en que 20 años después de la famosa autopsia extraterrestre de Ray Santilli, volvimos a caer en una polémica de alcance mundial por un mal entendido (sea o no malintencionado). Realmente me cuesta pensar bien del “Dream Team” que presentó las diapositivas el martes pasado. Teniendo el material original en la mano, habiendo realizado “análisis” con forenses y antropologos, incluso tras analizar el material de las diapositivas… ¿nadie se preguntó si no se podía recomponer el cartel? ¿Porqué Maussan no quiso realizar estudios cruzados previos como le pregunté en mi programa?
Esto habla mal, sin temor a decir nada desacertado, de la calidad de los analistas. Y quiero pensar que Maussan no faltó a su verdad y presentó este fiasco convencido de que lo que mostraba era el mismísimo extraterrestre de Roswell. Pero el daño ya está hecho, otra vez la investigación seria y responsable del fenómeno OVNI, tan real como la lluvia, se ve manchada por actos bochornosos de personas que inundan los medios con tristes historias de poco vuelo.
Esta mañana, Jaime Maussan me trató de maleducado en su programa televisivo y dijo que ya no va a participar en La Señal. La verdad, y ahora si en tono personal, esa es la ultima de mis preocupaciones. De hecho prefiero que no lo haga. No está en mi interés, ni en el del equipo de producción, difundir castillos de naipes cimentados en verdades que se mueven, inestables en el aire, como esos increíbles objetos voladores desconocidos, que revolotean tan seguido en los cielos de nuestro amado planeta. CLARO QUE ESOS ÚLTIMOS SI, SON DE VERDAD.
Fernando Silva Hildebrandt
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Fuentes: http://caravaca.blogspot.com.es/2015/05/diapositivas-de-roswell-fin-de-la.html / http://npshistory.com/nature_notes/meve/vol8-1f.htm / http://ufocon.blogspot.com.ar/
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