“Buda de la dicha”
Es prioritario estar conmigo mismo, es la conclusión que saque al meditar. Naturalmente creemos que es fácil hacerlo un día o dos, pero cuando decidimos hacerlo como practica y sostener una meditación durante varios días nos damos cuenta que muchas veces tenemos que vencer a nuestros propios fantasmas y a nuestros propios enemigos. Es mas fácil decir no pasa nada, empezare de nuevo o si no lo hago no importa, pero en algún punto cuando uno se compromete con algo siempre sabe lo que esta haciendo. Uno no puede mentirse a uno mismo. Y a la larga saber que pudo sostenerlo o hacerlo te da mucha satisfacción.
La constancia es una virtud que no la enseñan a cultivarla y claramente es la que nos determina que tipo de vida tendremos y sobretodo la que nos convence a cumplir nuestros sueños. La constancia se basa en creer y en actuar y claramente te da una sensación de poder que te da base y al mismo tiempo con el tiempo siempre se ven los resultados. Siempre pienso que los deportistas no solo brillan en la vida por el deporte que llevan a cabo sino muchas veces porque expanden esta constancia en todo lo que hacen.
Meditar 40 días te enseña sobre uno, sobre la fe, sobre ante todo anteponerse a uno mismo y a ese espacio que uno necesita para escucharse y estar en sintonía con su propia calma y su propia comunicación interna. No claudicar, es la palabra que te sostiene, porque muchas veces te dan ganas de no hacer nada. ¿Para que? Pero ese para que se contesta en la medida que uno se queda consigo mismo en silencio, dejando que la nada lo invada, escuchando tus propios silencios, y entendiendo que muchas veces lo que pensas que importa se desvanece y cosas que ni te imaginas están como un luz rojo intermitente que te dice “mira, ¿porque no?, tal vez, volve a intentar”.
Cuando cierro los ojos, puedo ver tantos escenarios posibles. ¿Que será, lo que termine aconteciendo? Nunca se sabe. Pero desde que medito todos los días puedo ver las cosas en cámara lenta y de muchas direcciones. Se si algo puedo cambiarlo o si tal vez me equivoque. Al meditar te conectas con ese vacío que existe en ti que se llena de preguntas y miras tu propia película. Y lo bueno es que acepta cambios, podes saber pedir perdón o tratar de mejorar lo que tal vez se malentendió o simplemente disfrutar de esa escena de nuevo con más calma. Meditar muchas veces es abrazarte a vos misma, entenderte y aceptarte tal cual eres.
Y lo increíble de hacerlo es que termina volviendo a centrarte en vos mismo, en tu confianza y en tu fe a lo que tiene que ser. Y al mismo tiempo es contagioso, que podes encontrarte en una situación en la vida diaria dudosa o que implica cierto miedo y entonces una amiga te dice: “Vos por las dudas medita”. Es el nuevo rezar.
Se comienza con solo 11 minutos durante 40 días y ahí ves quien sos, hasta cuanto aguantas, como lo sostenes en el tiempo. Hoy termine dos meditaciones de 11 minutos por 40 días mas otras 3 meditaciones que inicie la semana pasada, me pase cinco días meditando cinco cosas diferentes y claramente mas de una vez quise dejar una. No iba a cambiar en nada mi vida pero al mismo tiempo no podía saberlo. Ya que ni bien volví a hacer de nuevo una meditación ajai alai (es la tercera vez que la hago por 40 días) tuve resultados inmediatos y eso me dan las ganas de volver a empezar. En momentos sentía que era como una medicina, unas gotas de apertura del chacra del corazón, con otras de radiancia, más otras de respiración para que el combo fuera perfecto, pero en realidad lo que descubrí es que cuanto mas meditaba menos ruido tiene mi mente, mas silencio encuentro, mas vacío. No estamos acostumbrados al vacío, ni al silencio, ni a la nada, entonces ese espacio termina siendo una mar inconmensurable dentro de nuestra alma. Y lo increíble es que no nos dice nada, no nos pide nada, solo esta ahí dentro en calma, sin reclamar, sin pedir, sin hacer, solo esta. Y al abrir los ojos te das cuenta del ruido que esta afuera pero que siempre tenes una llave para entrar al silencio si entendes que tenes que darte tiempo para estar contigo mismo.
“When you are in the state of the neutral mind, the soul is like a chandelier switched on over you. Communication of the soul is just that light; you are lit up by it. - “Cuando estás en el estado de la mente neutral, el alma es como una lámpara encendida sobre ti. La comunicación del alma es esa luz, que está iluminada por ella. “” – Yogi Bhajan, July 29, 1981