Por: Diego Hernán Armesto
Seguramente, si preguntamos a cualquier persona qué se conmemora el 1º de mayo y por qué es feriado, la respuesta será, sin lugar a dudas, que se celebra “el día internacional del trabajador” en honor a los llamados “Mártires de Chicago”. Nadie puede negar que esta fecha, inamovible del calendario de feriados, es y será para festejar ese día; pero cabe destacar que el 1º de mayo tiene una implicancia aún más profunda para los argentinos: es “el Día de la Constitución Nacional“.
En el día de mañana se cumplen exactamente 162 años de la sanción de la Constitución de la Nación Argentina que, con todas sus reformas, nos rige desde aquella época. Resulta fundamental entender que es una Constitución, y para ello nada mejor que recurrir a Juan Bautista Alberdi, quien expresó que ella es “nuestra carta de navegación”, ese contrato por el cual se limita al poder, se ordena el mismo y el pueblo pone sus esperanzas e ideas de bienestar.
La Constitución es entendida también como una herramienta de progreso y una polea de desarrollo para la conformación de una verdadera República. Es más que claro que el proceso constitucional argentino culmina indefectiblemente con la sanción de la Constitución de 1853/60. Más esta fecha debe ser un tributo a aquellos hombres que buscaron brindarnos un texto que nos sirva para crecer como pueblo y ser una Nación plena de libertades.
En este sentido, mediante la Ley 25.863 se declaró esta fecha como el “Día de la Constitución Nacional” y lo que más llama la atención es que en su artículo 2° se estableció que “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, en coincidencia con las autoridades educativas de las distintas jurisdicciones y en el ámbito del Consejo Federal de Cultura y Educación, acordarán la inclusión de jornadas alusivas al día nacional instituido por el artículo anterior en los respectivos calendarios escolares y académicos de los niveles medio y superior. El objetivo de estas jornadas será el de reflexionar sobre los significados, importancia y efectividad de los postulados normativos de nuestra Constitución, particularmente, los derechos y garantías de los habitantes y la observancia de los valores democráticos”.
Resulta llamativo, que desde la vigencia de esta Ley, nada de lo expresado en ella se cumple, por ello es momento de reflexionar, y comprender en palabras del constituyente quien afirmó que la Constitución Argentina es el pueblo de la Nación hecho Ley. Ésta es la más perfecta síntesis de nuestro texto fundacional y la justificación más precisa de conmemorar hoy su sanción.
En suma, éste debe ser un mensaje para todos, sin excepción: la Constitución debe honrarse, respetarse y obedecerse todos los días, por cuanto en ella está expresada la soberanía popular, que no es más ni menos que la voluntad del pueblo que habita la Nación argentina. Esta fecha nos debe invitar a reflexionar y entender que, para vivir en libertad, donde se respeten cada uno de nuestros derechos, es necesario atenernos al mandato constitucional, para algún día vivir plenamente en un Estado Constitucional y Convencional de Derecho.