El Vicepresidente

#DerechoPolítico

En estas últimas horas todos los precandidatos jugaron al “secretismo” con quien los acompañará en la Vicepresidencia, empero su elección resulta esencial en la conformación del binomio presidencial, en estos 32 años de democracia los Vicepresidentes casi fueron figuras decorativas, pero los mismos complementan al Presidente y son la continuidad de la Política definida en el plan de gobierno.

Para comprender la institución, Hamilton en “El Federalista” aporta dos razones que hacen a la importancia del cargo: “una es que para asegurar en todo tiempo la posibilidad de una resolución definida de este cuerpo, es necesario que el Presidente tenga únicamente voto de calidad. (…) La consideración restante es que como el Vicepresidente puede sustituir ocasionalmente el Presidente en la suprema magistratura ejecutiva…”.

Por ello, la importancia de su elección: el Vicepresidente no es el GARANTE DEL PROYECTO, es el GARANTE DE LA CONTINUIDAD INSTITUCIONAL, por cuanto el mismo es un Presidente latente, sentado en la presidencia del Senado, embalsamado políticamente, pero siempre expectante a la ocasión, ya que este debería lograr la continuidad de la acción ejecutiva, impidiendo que esta pueda ser paralizada o interrumpida.

Joaquín V. González explica que: “ni la Constitución, ni los usos y leyes del Congreso han querido hacer del Vicepresidente un agente mecánico y pasivo de voluntades extrañas. No puede existir un papel más elevado, ni más digno, ni más honroso para un ciudadano argentino que presidir este cuerpo, representar su dignidad y su decoro, dirigir y facilitar sus discusiones…”.

En conclusión, las cartas ya están jugadas, y en atención a la triste experiencia de estos últimos años en lo que respecta a la institución, resulta esencial que los partidos o alianzas electorales que ya designaron al compañero de fórmula, entiendan que el Vicepresidente –ese presidente latente- se supone que es un ciudadano de gran altura moral, de una vasta experiencia política y con grandes conocimientos, porque si así no se hiciera, claramente una vez más nos encontraríamos con un nuevo fracaso desde lo institucional.

 Infobae no se responsabiliza por las opiniones vertidas por los columnistas, como así tampoco por el contenido de las publicaciones.