Por: fricciardi
Se acercan las altas temperaturas y se nos presenta otro desafío para disfrutar los paseos con nuestras mascotas: el verano, por el clima y la disponibilidad de tiempo, suele ser la época del año en la cual nosotros más aprovechamos de la vida al aire libre, aunque esto no siempre sea así para nuestros peludos amigos.
Para asegurarnos de poder pasar un verano sin sobresaltos ni golpes de calor consultamos a la médica veterinaria Gloria Jaúregui para que nos dé algunos consejos sobre el cuidado del animal.
Agua: asegurarse que el perro siempre tenga a disposición agua limpia y fresca. Cámbiela varias veces al día y si vamos a caminar con el perro asegurémonos de llevar una botella para él. Si vamos a la playa, es necesario llevar agua también para el perro, ya que el agua de mar no es potable.
Comida: la mayoría de los perros tienden a comer menos o no comer durante los días de alta temperatura. Lo ideal es alimentarlos por la noche o muy temprano a la mañana. Durante esta parte del año también proliferan mucho los parásitos, así que es importante que el animal se encuentre correctamente desparasitado.
Pelo: muchas razas de pelo largo son sometidas durante los veranos a la peluquería bajo la creencia que quitarle el pelo los ayudará a soportar mejor el calor. Esto es falso, el pelo cumple funciones importantes para el animal, es una capa protectora que de ninguna manera debe removerse. Sí resulta conveniente cepillarlo para sacarle el excedente que pueda tener pero cortarle el pelo no sólo no es una solución sino que puede resultar peligroso. Si lleva a su perro a bañar controle que no sean sometidos a secadores de pelo sin la correcta supervisión, el aire caliente durante el verano puede causar golpes de calor.
Paseos: tratar de realizarlos evitando las horas más calurosas del día, asegurándonos que existan sectores con sombra donde vayamos. Las caminatas no deben ser muy extensas y se aconseja acotar al máximo la actividad física del animal durante el recorrido. Por otra parte, es recomendable reducir al máximo las marchas sobre el asfalto o la vereda caliente ya que los perros no cuentan con una suela que los aísle del calor que absorbe el piso.
Auto: Es necesario controlar que el área donde viaja el perro reciba correcta ventilación, el piso y las partes traseras de los autos van incrementando su temperatura durante el viaje. No se los debe dejar encerrados en los automóviles bajo ningún concepto, tampoco con ventanillas bajas, ya que el aire no circula si el vehículo no está en movimiento.
Si vemos que el perro está sufriendo un golpe de calor (jadeo excesivo, tambaleos, perdidas de conciencia), lo primero que debemos hacer es llevarlo a veterinario, mientras tanto, es importante refrescarle con agua las patas, las axilas y la cabeza. Recordemos que debemos mojarlos con agua y no envolverlos con una toalla húmeda. No forzarlo a que tome agua y también controlar que no tome en exceso ni desesperadamente.
Por último, recordemos que los cambios bruscos de temperatura son malos para ambos lados: si el pero tiene un golpe de calor lo indicado es comenzar a bajarle la temperatura gradualmente, no lo exponga automáticamente a un baño de agua muy fría porque puede resultar muy peligroso.
Tomando estas precauciones, podremos disfrutar de un verano a pleno con nuestras mascotas.