Por: Miriam Molero
Largué el libro y me levanté en busca de un espejo. Revisé mi cara con detenimiento. Sobre todo la frente. No, no tenía escrito en ningún lado el cartel de “Lectora Idiota”.
Estaba con “Heridas abiertas”, de Gillian Flynn y llegó un punto en que me harté de la traducción. El hartazgo venía por acumulación. El día anterior había leído la primera de las tres novelas de “El Padre”, de Edward St. Aubyn, con personajes meta decir “Dale”. Dale esto, dale lo otro, sin dejar de tratarse de tú. Dale tú. Tu eres una mina simpática. Dale. Una boludez. Tú.
Sabía que algunas de las traducciones españolas de Pengüin Random habían comenzado a retocarse aquí. Lo que no imaginaba es que el remedio iba a ser peor que la enfermedad. Los personajes anglosajones pasaron de ser traducidos como madrileños a hablar como ucranianos residentes de un PH de Almagro.
¿Saben qué es peor?
Que lo que más le importa al que retoca las traducciones es lo que menos importa. Y aun lo que le importa no está cien por ciento bien.
¿Y saben qué es todavía peor?
Que los errores de traducción de la versión española no son corregidos en la versión argentina.
EL SEXO
Pija. Importantísimo.
También “concha”. Concha es muy importante. Versión española: “Era una fuente con tres niveles en forma de conchas, con la estatua de un niño pequeño en lo alto”. Versión argentina: “Era una fuente con tres niveles en forma de caracoles, con la estatua de un niño pequeño en lo alto”.
Correrse. No tan importante.
Chicarrona. Para nada importante.
“…so he went out and killed another little tomboy”, escribió Gillian Flynn. Lo que se entiende como “así que salió y mató a otro marimacho”. O, si se quiere una versión más argentina y más acorde al sentido del texto: “así que salió y mató a otra varonera”. Sin embargo, en España optaron por “chicarrona”. Y al retocador argentino no le molestó.
UN UCRANIANO EN UN PH DE ALMAGRO
El original decía: He looked up and smiled. “Ms. Preaker. Have some toast. Every time I come here I tell them no toast. Doesn’t seem to work. Like they’re trying to meet a quota”. I took a slice, spread a flower of butter over it.
En la madre Patria hicieron esto: Él levantó la vista y me sonrió. -Señorita Preaker… Ten, cómete unas tostadas. Siempre que vengo les digo que no quiero tostadas, pero no hay manera. Parece como si tuvieran que cubrir una cuota o algo así. Cogí una tostada y la unté de mantequilla.
La versión argentina (porque lo importante es coger o no coger una tostada): “Señorita Preaker… Dale, cómete unas tostadas…” (ver foto)
Una versión decente (posible) sería la siguiente: Levantó la vista y sonrió. “Señorita Preaker… Sírvase las tostadas. Cada vez que vengo les pido sin tostadas. No da resultado, parece. Como si estuvieran tratando de cumplir una cuota”. Tomé una tostada y la unté con manteca.
Ni “os” ni “patucos de ganchillo” pero aguante el “sánguche de rosbif”.
Versión española: Alguien había pintado unos arabescos con espray azul en las patas de la torre de agua del Jacob J. Garrett Memorial Park, y ahora ofrecía un aspecto extrañamente remilgado, como si le hubieran puesto unos patucos de ganchillo.
Versión argentina: Alguien había pintado unos arabescos con espray azul en las patas de la torre de agua del Jacob J. Garrett Memorial Park, y ahora ofrecía un aspecto extrañamente remilgado, como si le hubieran puesto unos escarpines a crochet.
Versión española: —Os juro que si veo a alguien acercarse a mis hijas, le pego un tiro al hijo de puta antes de que le dé tiempo a abrir la boca —dijo un hombre con cara en forma de pera, al tiempo que agitaba un sándwich de rosbif.
Versión argentina: -Les juro que si veo a alguien acercarse a mis hijas, le pego un tiro al hijo de puta antes de que le dé tiempo de abrir la boca –dijo un hombre con cara en forma de pera, al tiempo que agitaba un sánguche de rosbif.
LOS PROBLEMAS REALES
Momento clave de la novela. Frase fundamental. Voy a citarla porque no funciona como spoiler por los mecanismos propios de cómo está expuesta la trama. No es una frase cualquiera, una oración de transición entre una situación u otra, una texto de relleno, un detalle. No. Se trata de parte del desenlace.En la versión argentina de “Heridas abiertas” dice: Descubrieron la prueba más importante bajo la almohada de brocado amarillo del confidente del dormitorio de…
Así, es… almohada de… del… del…de. ¿Almohada?
Busqué en la versión española y encontré que dice: “Descubrieron la prueba más importante bajo el cojín de brocado amarillo del confidente del dormitorio de…
Ahhhh, me dije, entonces es el almohadón de…del…del…de.
Pero no podía creer que la oración fuera así en el original. Algo no funcionaba. El que sabe inglés cuando lee una traducción sabe cuando algo no pudo haber sido concebido así por un anglosajón. Simplemente lo sabe. La frase original es: The most important piece of evidence was discovered under the cushion of the yellow brocade love seat in…
Entonces me pregunté qué habrá hecho en su vida Gillian Flynn para semejante castigo. Porque una traducción decente (posible) sería: La evidencia más importante fue descubierta bajo el almohadón del sillón confidente en el cuarto de…
MAS GRAVE QUE PIJA O POLLA, QUE COCHE O AUTO
Todavía no acierto a percibir la diferencia crucial pero si hay algo que se ha cuidado en la versión local es que no se diga “coche” sino “auto”.
Pero evidentemente da lo mismo que se hable de un monovolumen, una minivan, un SUV, una furgoneta o un cuatro por cuatro. A mí no me da lo mismo. ¿Por qué no me da lo mismo? Porque un auto es un símbolo de clase social y de estilo de vida. Porque si el autor se toma el trabajo de describir los autos que tienen los personajes es porque nos está contando mucho más acerca de ellos. Tanto para el traductor español como para el retocador argentino de “Heridas abiertas”, el señor Nash y Katie Lacey tienen monovolúmenes. Sí, señores, hablan de “monovolumen”. Es un término técnico descriptivo del armado del vehículo pero no es lo suficientemente descriptivo para el campo literario (he sido asesora de comunicación en un área específica de General Motors Latam así que lo sé TODO sobre autos y países). Otra cosa MUY importante a tener en cuenta para no usar la palabra monovolumen podría ser el hecho de que Gillian Flynn no la usa.
Lo que Flynn dice de Nash es que es un tipo pobre, algo hippie tal vez: “A boxy disco-era minivan sat in the Nash driveway next to a rusty yellow Trans Am”, una furgoneta de la era disco estaba estacionado en la entrada de la casa de los Nash, cerca de un Trans Am amarillo.
Y lo que Flynn dice de Katey es todo lo contrario, que es una niña rica típicamente sureña: “I could picture her roaring around town in that SUV, her pretty little girls perched in back, perfectly dressed, ready to rule over the other kindergartners”. O sea: “Podía imaginármela dando vueltas por el pueblo en esa SUV (o cuatro por cuatro si la quieren más local), con sus preciosas hijitas en el asiento trasero, perfectamente vestidas, listas para gobernar sobre sus compañeros de jardín de infantes”.
Sí, ya sé. No estoy de acuerdo ni con lo de monovolumen ni con todo el resto.
Lo peor sigue estando mal
Nunca voy a olvidar la traducción de “La mancha humana”, de Alfaguara, para nombrar otra gran editorial. Una traducción con un error imperdonable. No digo que fuera el único sino que este en particular es imperdonable. Es parte del monólogo de la hermana de Coleman, el protagonista de la tragedia que reconstruye Zuckerman. Está claro que, además de resumir el leitmotiv de la novela, la hermana de Coleman sintetiza y transmite las convicciones del propio Roth.
Esto es lo que tradujeron. ¿No se entiende, no es cierto?
Esto es el original: “In my parents’ day and age and well into yours and mine, it used to be the person who fell short. Now it’s the discipline. Reading the classics is too difficult, therefore it’s the classics that are to blame. Today the student asserts his incapacity as a privilege. I can’t learn it, so there is something wrong with it. And there is something especially wrong with the bad teacher who wants to teach it. There are no more criteria, Mr. Zuckerman, only opinions.”
Así podría haber sido traducido:
“En tiempos de mis padres y también en su época y en la mía, era la persona quien fallaba. Ahora es la disciplina. Leer los clásicos es demasiado difícil, por lo tanto la culpa es de los clásicos. Hoy el estudiante reivindica su incapacidad como un privilegio. No puedo aprenderlo, entonces hay algo malo con eso. Y hay algo especialmente malo con el mal maestro que quiere enseñarlo. No hay más criterios, señor Zuckerman, sólo opiniones”.
Y entón?
En España hay un Javier Calvo. No creo que haya otro traductor con su destreza para trabajar textos complejos como, por ejemplo, los del británico David Peace. También hay una Marta Rebón. Excelente traductora del ruso. Sus traducciones son impecables al decir de los expertos y no hay que modificarles ni una coma.
Entonces, me pregunto, ¿qué sentido tiene pagarle a alguien para que convierta un dialecto en un pastiche? ¿qué sentido tiene retocar lo que no está necesariamente mal y dejar pasar los errores de las malas traducciones españolas?
A mí que me hablen en español de España pero que por lo menos sea consistente. Y si tienen que dejar polla, follar y concha, quédense tranquilos que entiendo todo.