Se casa la nena (o el nene): Que quiloooombooo!!!

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La ilusión, el proyecto, el amor, ellos, los novios, son un nuevo grupo y obviamente son el promedio entre los suegros y los consuegros, tienen sus propias ideas y de lo que les enseñamos, tomaron una parte. Los unos, los otros y los nuevos, tenemos que ponernos de acuerdo para que nada opaque este maravilloso momento.

El ABC  de esta cuestión en un 80 % se resuelve si las mujeres se juntan, organizan, eligen y se dividen las tareas; somos las reinas, ellos con un buen traje, un buen vino y poco dolor de bolsillo… estarán dispuestos a dar el sí!

La fiesta (si hay), el civil, el vestuario para las dos ocasiones… que la suegra y la consuegra estén en afinidad con el momento, el look, el color, el catering, los arreglos florales, las mesas, como nos sentamos, y bla bla bla, un verdadero embrollo. Si somos lo suficientemente inteligentes podemos hacer de esto un proyecto común y amigable.

La ropa de la madrina y la madre de la novia no deben ser objeto de competencia, ni preocupación, por eso, si la relación lo amerita, juntarse y consensuar el look adecuado para el evento: si es de noche o de día, si en el campo o la ciudad, nos pondrá en el mismo carril.

Ambas deberían estar informadas de cómo se vestirán, la sorpresa es para los invitados y esto evita el sentirse fuera de foco o desacertada en la elección del vestuario. Cuatro ojos ven más que dos.

La madre de la novia de por si, carga con la locura histérica de la nena, su inseguridad, la elección del  género, el largo del vestido, el diseño, los zapatos, el tocado… todo parece nada, pero a decir verdad es un proyecto exclusivo para mujeres que el fondo disfrutamos como locas!

Evaluemos que sabe hacer mejor cada una de las tres,  hagamos una lista, y a ocuparse! Eso si, no tomemos ninguna decisión sin mostrarle a las otras dos los resultados obtenidos, un ejercicio de comunidad  que servirá para el futuro cuando nuestros nenes sean una familia completa, perro, gato, niños y otras yerbas.

El catering, imagínate… una vez que nosotras tenemos un par de ideas, les contamos a nuestros príncipes consortes, dejándolos meter la cuchara cuando el plato esta casi listo. Los números de a partes… por proveedores, por separado y de a poquito suenan mas suaves.

 

Las fiestas llevan un año de armado, una locura. Para mi época dos meses eran suficientes, los chicos hoy palpitan cada momento y festejan cada encuentro, cada bloque que cierran, es parte del juego del compromiso, la fiesta empieza cuando cierran el lugar… de ahí en más, aunque con algún stress, es un tobogán de emoción hasta llegar al día soñado.

La fiesta de casamiento del siglo XXI, es un acontecimiento social, para el siglo pasado nuestras bodas contaban con la familia y los amigos más íntimos.

Si la fiesta es día y campestre buscar el look adecuado es mucho más difícil, los géneros ideales, son los guipiur, encajes, sedas naturales estampadas, zapatos de tacón ancho y un peinado descontracturado.

La noche es mucho más fácil. La diversidad de materiales y diseños es enorme y el peinado debe ser más elaborado. El zapato para fiesta debe tener plataforma, amortigua el impacto de tantas horas de pie y bailando.

MAXIMA: Una boda es un evento para compartir, para disfrutar y guardar para siempre en nuestro recuerdo.

 

Para la próxima: Nueva tendencia en carteras.

Hasta el jueves!!!

Silvia Brown