Por: Silvia Brown
Hemos sido muy irresponsables con el cuidado de nuestro mundo y sus recursos naturales…
Nos regocijamos con lo descartable y efímero… Tentados con las propuestas de hacer dinero con dinero nos olvidamos de producir y conservar.
Lo que comprábamos ayer, mañana será basura.
Dejamos de pensar en la historia de las cosas y el bello paso de tiempo, se dejó de apreciar lo antiguo, y con ello, el respeto a la experiencia y la ancianidad.
En éste Siglo XXI, muchos empezaron a reclamar a las grandes cadenas hoteleras, que dejen espacio a los atractivos turísticos que hicieron grandes a ciudades como Barcelona, hoy en cambio, éstas se encaminan hacia un público consumista y de altísimo poder económico, borrando el espíritu original del lugar.
No son ajenos a este juego los grandes diseñadores que dejaron fuera a gran parte del mundo, donde los gigantes asiáticos producen hoy para tirar mañana.
Muchos otros se abrazan a la idea de generar productos que se valoricen con el paso del tiempo.
Las carteras son un ejemplo de esto, dando un paso al frente de la vanguardia. Las propuestas de los popes del Diseño van apuntadas a generar una obra de arte, sumándole al diseño propiamente dicho, el valor agregado de algún toque artístico o artesanal… convirtiendo este objeto en algo cada vez más valioso.
El cambio radica en la conservación de la cartera por parte del usuario, y en la revalorización de ella como objeto artístico.
MAXIMA: elijamos un pequeño lugar de nuestro closet, para preservar productos nobles, de buen diseño y calidad, así haremos nuestro aporte a la conservación del planeta.
Para la próxima: Ser súper femenina!
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown