Ser súper femenina…

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Adoro ser mujer y si tuviera que cambiar obligatoriamente mi envase… elegiría ser gata, perra, leona, etc.  pero siempre hembra, es que ser mujer y disfrutar de cada espacio es maravilloso.

Muchas veces confundimos ser femeninas con ser sometidas y  ser una gatita mimosa que pide cosas concediendo en el intercambio nada más y nada menos que la voluntad.

Ellos odian a las mujeres dependientes con voz de Marilyn Monroe, nada más lejos de lo femenino que ser un camaleón adecuado a cada ocasión.

Desde la cuna nos portamos según nuestro sexo y desde la primera infancia nos miramos al espejo observando con placer esa figurita de futura mujer.

Ser femenina es esperar en el comienzo de la adolescencia el cambio de nuestro cuerpo y llevarlo con orgullo y placer,  transitar el embarazo creyendo firmemente que nos desean como siempre y madurar amando el paso del tiempo incluyendo las arrugas y poder disfrutar de lo femenino aún a los 80.

Para esto unos tips del look para cada década, adoptar un estilo propio y ubicado para cada etapa nos garantiza ser mujeres miradas y admiradas hasta el fin de nuestros días.

Ser niña soberbia y creída esta totalmente permitido y también caer en el kitsch cargado de rosas, flores y hebillitas que permitirán a esa pequeña mujercita crecer con seguridad.

La adolescencia no permite variantes, el estar uniformada da sensación de confort, es un paso obligado a la primera juventud donde empezamos a tener gustos propios.

La juventud esta hecha para mostrarla con descaro, es la etapa donde podemos lucir sin problemas cada parte agraciada de nuestro cuerpo y exhibir sin culpas un look sexy y osado.

Después de los 40 debemos perfilar mas elegantes, sin dejar de ser vanguardistas y cancheras, es la etapa de la vida más difícil en cuanto a acertar el look, porque aun se es joven y vigorosa. Un look aniñado nos hará ver ridículas y restará puntos a nuestra imagen.

A partir de los 60 y si el bolsillo nos da, la elegancia, la tendencia y la calidad serán aliados indiscutibles y si el dinero no alcanza entonces compremos  poco, clásico y lookeemoslo con camisas, remeras y cinturones más accesibles para darle un cambio al equipo.

 

MAXIMA: Disfrutemos de cada etapa, corre por el carril que te corresponde y si observas con atención, vas a descubrir que siempre hay alguien que te mira y te admira… aún a los ochenta.

 

Para la próxima: FIN DEL INVIERNO,  cuanto y cómo gastar.

Hasta el Jueves!!!

Silvia Brown